El Espíritu dijo a
Felipe: Acércate junto a ese carro. Hech. 8:29
Se dice que todos
los desiertos son iguales. Porque en ellos no hay agua. Pero lo
cierto es que si se puede predicar el evangelio y dar testimonio de
tus creencias a los habitantes que pernota allí.
Siempre hay que
tener presente, que hay que ser astutos como la serpiente y sencillo
como la paloma. Digo esto por experiencia en el Magreb y en sahara.
¡La Palabra nos relata el lugar donde fue enviado Felipe! ¡Al
desierto de Gaza! Es un lugar despoblado y un camino solitario. No
había había ninguna instrucción en cuanto a su misión; qué debía
de hacer.
Por fe Felipe fue a su desconocida misión. He aquí un
hombre que Dios podía usar para su obra. Dócil y obediente a los
mandatos de Dios. No cuestiono la autoridad del ángel.
No discutió
la dirección de Dios. El mandato era ir. Eso era suficiente para
Felipe.
¿Que haríamos nosotros? Mientras viajaba por el camino del desierto solitario, preguntándose lo que Dios esperaba de él, vio una nube de polvo a lo lejos.
¿Que haríamos nosotros? Mientras viajaba por el camino del desierto solitario, preguntándose lo que Dios esperaba de él, vio una nube de polvo a lo lejos.
Cuando la nube de polvo se acercaba
hacia el, vio que la causa de dicha nube era una comitiva.
Podía ser una caravana que venia de Egipto, o tal vez una caravana de viajeros con destino a Israel o Damasco. Cuando el carruaje se acercó, el Espíritu Santo hablo a Felipe: “Acércate y júntate a ese carro”.
Podía ser una caravana que venia de Egipto, o tal vez una caravana de viajeros con destino a Israel o Damasco. Cuando el carruaje se acercó, el Espíritu Santo hablo a Felipe: “Acércate y júntate a ese carro”.
De entre la caravana, Dios escogió un carruaje particular. En el
estaba un Etíope que había estado en jerusalén para adorar. Con
toda posibilidad, debía haber oído hablar de Jesús y todo lo que
aconteció en la crucifixión. La evidencia textual nos indica que
había ido a Jerusalén a pagar sus votos.
Era un hombre temeroso de
Dios, y un fiel creyente. En este viaje estaba leyendo el libro del
profeta Isaias. No comprendía muchas cosas, como nos pasa a nosotros
cuando estudiamos la Biblia. Había muchas preguntas sin respuestas
en su mente.
Ahora Dios le estaba proveyendo los medios para que
entendiese. Felipe vio la oportunidad que le brindaba Dios y no la
desaprovecho. ¿Entiendes lo que les? ¡No! Si alguien me lo explica.
Felipe su vio al carro y le explico que el Mesías había muerto, y
que el profeta hablaba de él.
El Espíritu estaba obrando a través
de Felipe. Como el Espíritu santo obro en Felipe, así puede obrar
en nosotros para llevar esperanza a los que están interesados en la
verdad.
Tu y yo podemos ser instrumentos en manos de Dios. Sólo hay
una cuestión, que nuestra voluntad sea cedida al Espíritu de Dios
para que la use, y nuestra predisposición para acertarlo, y ser
instrumentos en sus manos.
Maranata
Luis
José de Madariaga.
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
ttp://
segunda venida apocalíptica.
La
Biblia a través del tiempo.
Ver
La película del Deseado de
Todas las Gente. En
No hay comentarios:
Publicar un comentario