Cuando vio Simón
que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el
espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dame también a mí
este poder. Hech. 8:18,19.
La experiencia de
Simón es una lección para todos. Es imposible comprar el Espíritu
Santo o su poder. Simón creyó que los discípulos tenían su
precio. Parecían ser pobres y sintió que estaría contentos de
tener algún dinero.
¡Cuán rápidamente aprendió lo contrario!
Probablemente razonó que si él hubiera tenido el poder del
Espíritu Santo, habría podido volverse rico usándolo o vendiéndolo
a otros. El tratar de comprar el Espíritu Santo no terminó cuando
los discípulos rehusaron venderlo a Simón.
Siempre ha habido los
que piensan que pueden comprar el favor de Dios y entrar así en su
reino. No siempre el precio de la compra es el dinero.
Un predicador acepto el llamado para ir a cierta iglesia. Su primer sermón fue un vehemente llamamiento a la acción para servir a Dios.
Un predicador acepto el llamado para ir a cierta iglesia. Su primer sermón fue un vehemente llamamiento a la acción para servir a Dios.
La
congregación lo aprecio y lo felicitó. Durante la semana visitó a
tantos miembros como le fue posible, sondeándolos en cuanto a sus
actividades misionera. El domingo siguiente la congregación se
sorprendió cuando predico el mismo sermón.
No dijeron nada. Al
tercer domingo, nuevamente predico el mismo sermón y la junta de
Iglesia designo una comisión para visitar al pastor y pedirle una
explicación. Le recordaron que había predicado el mismo sermón
durante tres semanas y le preguntaron si predicaría otro sermón.
“Sí” contestó, “lo haré tan ,pronto como los miembros de la
iglesia comience a practicar el mensaje que ha sido presentado. Ese
joven predicador había medido a los mismo miembros de su iglesia y
los había hallado faltos.
¿Puede ser ésta una forma de simonía?
Pagar el precio de ser miembros ¿es suficiente para entrar en el
reino de Dios? En una región de los Estados Unido donde a la sazón
no quiero acordarme, hay muchas cabañas que se ocupan una vez al año
solo para establecer el derecho de pertenencia.
Así hay muchos que
sólo asisten a la iglesia una vez al año, en Pascua o tal vez en
Navidad.
Estas clase de asistencia no puede comprar un “derecho de pertenencia en el reino de Dios” No puede comprar tampoco el poder del Espíritu Santo. ¡Cuan prudente es el cristiano que recuerda que el amor de Jesús compró su hogar celestial!
Estas clase de asistencia no puede comprar un “derecho de pertenencia en el reino de Dios” No puede comprar tampoco el poder del Espíritu Santo. ¡Cuan prudente es el cristiano que recuerda que el amor de Jesús compró su hogar celestial!
Maranata
Luis
José de Madariaga.
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com,
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
ttp://
segunda venida apocalíptica.
La
Biblia a través del tiempo.
Ver
La película del Deseado de
Todas las Gente. En
http://www.facebook.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario