Donde no hay Griego ni judío, circunciso ni incircuncisión , bárbaro ni scyta, siervo ni libre; síno que Cristo es el todo, y en todo. Colosenses 3:11.
Cristo, es el precioso salvador, debe ser el todo en todos del cristiano. En el nuevo orden de la vida cristiana desaparecen todas las distinciones de nacionalidades (Rom. 10:12, Gal. 3:28, Rom. 1:6). Pablo repite esta verdad en todas sus epístolas.
Pablo habla de las diferencias sociales. Y declara que no existe barreras nacionales, religiosas, raciales, o sociales en la barrera del Cristiano.
Todo pensamiento santo, todo deseo puro, todo propósito piadosos viene de Aquel que es la luz, la verdad y el camino. Cristo debe vivir en sus representantes por el Espíritu de verdad. . . Pablo dice:
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. (Gal. 2:20).
Bajo el poderoso impulso de su amor, tomó nuestro lugar en el universo e invitó al gobernante de todas las cosas a tratarlo como el representante de la familia humana.
Se identifico con nuestros intereses, abrió su pecho al golpe mortal, llevó la culpa y la penalidad del hombre y se ofreció en favor del hombre como sacrificio completo a Dios. En virtud de su expiación, tiene poder a ofrecer al hombre plena justicia y completa salvación.
Quienquiera que crea en él como su Salvador personal no perecerá sino que tendrá vida eterna (Manuscrito 1802).
Su simpatía hacia su pueblo es sin paralelo. No se queda como un espectador,indiferente con sus intereses y sus pesares.
Si un pueblo es agraviado, calumniado, despreciado, sus sufrimientos están registrados n los libros del cielo como echos a él. (Ibid).
Los privilegios, las bendiciones del hijo de Dios son representados por el apóstol con las siguientes palabras: “
A quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este ministerio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Col. 1:27).
Cuando nos demos cuenta que nuestra esperanza de gloria es Cristo, que nosotros somos completos en él, nos regocijaremos con gozo indecible y lleno de gloria. (Ibid).
Maranata
Gracias
por sus oraciones por mi amada esposa. Esta mejor.
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica
La
Biblia a través del tiempo.
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