En aquellos días no había rey en Israel. Y en aquellos días las tribus de Dan buscaba posesión para sí donde habitar, porque hasta entonces no había tenido posesión entre las tribus de Israel. Jueces. 18:1.
El problema que tenia la tribu de Dan era que no había cumplido las ordenes de Dios.
No tenia fe, y como consecuencia no habían echado a los cananeos y estos los echaron a las montañas. ¡No había rey en Israel! ¡No había dirigentes! Había jefes de tribus, ro no dirigentes nacional, y los últimos cuatro capítulos del libro de Jueces registran el trágico resultado: “Cada uno hacia lo que bien le parecía” (Jueces 21:25).
Cuánto parecido hay en los tiempos en que vivimos! El crimen y la drogas predominan nuestras ciudades y calles.
En algunos países si se arresta a un criminal puede pasar nueve meses o un año antes que sea juzgado, y en ese tiempo puede preparar la fuga como ocurrió en Mejico.
Por otro lado la acumulación de causas pendientes en los tribunales traen las consecuencias de la locura y la droga.
Las huelgas en las industrias han aumentado, por los ideales de algunos partidos que ven una oportunidad de obtener el poder a través de los obreros.
Y se intimida a aquellos que solo desean trabajar y ganar un jornal, hablo con derecho de causa en primera persona.
Elementos subversivos agitan a los obreros y estudiantes en universidades e institutos superiores de enseñanza, y muchos han perdido de vista el verdadero propósito la educación. Ante juntas y gobiernos escolares se levantan pedidos que tienen poca o ninguna justificación. Cada uno quiere hacer lo que bien le parece, sin importar las consecuencias.
Este es el camino seguro que lleva a la destrucción de una sociedad que a perdido el rumbo. El cristiano puede aprender una lección de la experiencia de Israel y de los sucesos de la actualidad. Donde el hombre es la ley para si mismo, muy evidentemente el Espíritu de Dios no esta presente, por qué se mata en su nombre. Y cuando el Espíritu de Dios es rechazado, impero el caos.
Lo mismo puede aplicase a la iglesia. Cuando surgen aquellos que quieren hacerlo que es justo ante sus propios ojos, negándose cooperar con los dirigentes de Dios; cuando se oponen a los programas y a las enseñanzas de la iglesia y animan a otros a hacer lo mismo, están en peligro de rechazar al Espíritu de Dios. Esto no excluye a los dirigentes de la iglesia, pastores y ancianos. Dios llama a su pueblo a que sea unido hoy, todos sin excepción, para ganar almas para Cristo.
Cristo es nuestro Rey. Su Espíritu es nuestro guía. Cuando seguimos en forma individual sus directivas, somos un pueblo unido que realiza el propósito de Dios. No permitiremos que nada nos detenga hasta que acabemos su obra.
Entonces vendrá el día cuando recibamos nuestra herencia. . . en su reino. (1º Corintios 13-16).
Maranata
les ruego que oren por mi, tengo la mano derecha con una tendidites y me cuesta mucho redactar las Matutinas y los de más blog.
Luis
José de Madariaga.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://
segunda venida apocalíptica
La
Biblia a través del tiempo.
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