Y el Espíritu vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho. Jueces 14:6.
Nuestro texto nos presenta unos de los relatos más fascinantes de la Biblia.
Nos habla de Sansón, que estaba deliberadamente transgrediendo el consejo de Dios y pronto se vio frente a un león sin tener arma alguna en las manos. No se nos dice si fue el león o Sansón el que atacó primero. La Biblia simplemente dice que el león “venía rugiendo hacia el” Amanos limpias Sansón despedazó al león. Sansón iba hacia la ciudad de Timnat para sellar un compromiso con una filistea.
Estaba pisando terreno prohibido ya que la orden de Dios a Israel era explicita la cual sirve para todos los tiempos.Dios había dicho que los hijos de Israel no debían unirse en matrimonio con las mujeres de las naciones paganas que les rodeaba. ¡Pero cual a menudo no hacemos caso a las advertencias de Dios! Y los hijos de Dios dicen: Eso era para los antiguos, no para nosotros. Sin embargo la misericordia de Dios no lo abandonó a Sansón en las horas de peligro.
Mediante su espíritu le dio las fuerza para despedazar al león. No sabemos cuantos dones recibió Sansón del Espíritu Santo. Evidentemente su mayor don fue su tremenda fuerza física. ¡Qué lástima que su fortaleza espiritual no igualara a su fuerza física! Podemos ver aquí una seguridad para nosotros. Es dudoso que alguno de nosotros haya matado alguna vez a un león con las manos limpias.
Pero hay un “león” que no espera que nosotros lo busquemos. El apóstol Pedro nos amonesta: “Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario él diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar”. Esta advertencia es ignorada desde hace mucho tiempo por los jóvenes y adultos, así vemos matrimonios separados con hijos que pagan las consecuencias de su pecado, y estos hijos no se casan sino se junta como pareja.
No podemos luchar y vencer a ese león con nuestras propias fuerzas.
Hay una fuente de fortaleza a nuestra disposición. El mismo Espíritu Santo que le dio a Sansón la fuerza que necesitaba nos dará el mismo don, la fuerza espiritual, para vencer a los leones o leonas” en nuestro camino. Pero él Espíritu de Dios no ara nada si nosotros no vamos a él para pedir el consejo y su dirección.
Hay algo que deberíamos recordar, sin embargo. No debemos colocarnos deliberadamente en el sendero de los “leones”. Si insistimos en hacerlo el don del Espíritu Santo será retirado, y quedaremos a merced de los leones o leonas del camino. ¿Estás buscando deliberadamente “leones o leonas” para destruirlos? No lo hagas. Podría costarte la eternidad. El precio es demasiado alto. La vida eterna.
(dedicado a los jóvenes).
Maranata
Ospido que tengais paciencia con mingo, pues tengo una tendidites en la mano derecha, me es muy dificil usar el ordenador, orar por mi recuperación. Gracias.
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica
La
Biblia a través del tiempo.
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