Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 2º Cor. 8:9
El el palacio de la Granja en Madrid, se encuentra unos de los palacios más hermosos, sobre todo la sala de los espejos. Los reyes paseaban con sus arrogantes y esplendorosos trajes, y con la corte que le seguía de tras como perrito faldero.
Yo me pregunto: ¿Dónde esta ahora su grandeza y arrogancia humana? Se han desvanecido como polvo que se lo lleva el viento, nada queda de su orgullo y vanidad. Volvamos hacia atrás en el tiempo.
Recordemos como vino Jesús vino a nuestro mundo dejando los atrios celestiales, donde el oro y las piedras preciosas en galana los edificios y los pasillos.

Se despojo de sus ropas reales y su corona dejo a un lado, descendió a la del trono y tomo divinidad humana. Vino a sanar a enfermos, a dar la vista, curar leprosos y a resucita a los muertos.
. . Alcanzo con su divina piedad hasta las mismas profundidades de la miseria humana. Aun se compadeció de la tristeza y las necesidades de los niños a los cuales el amaba. Ángeles han sido enviados como mensajeros de misericordia a los angustiados, a los dolientes. Estos ángeles. . .
están cumpliendo misiones de amor, cuidando con misericordia a los dolientes de esta raza caída. El telón se cierra con la humillación del Hijo de Dios vilipendiado por el hombre. Él Señor, el Hijo del Padre Infinito. . .el Principe de los reyes de la tierra, el que nos amó, el que nos lavo de nuestros pecados con su propia sangre. . .

“La naciones delante de él son como gotas de agua que caen del cubo, y como menudo polvo en las balanzas”. Debemos de tener nuestras miras puestas en las cosas celestiales, en los mundos donde el pecado no entro. Para cuando Cristo venga pueda encontrar a un pueblo apercibido y entregado a su causa.

Cristo es desconocido para los tres mil millones de personas, pero por desgracia es también desconocido dentro de su pueblo. ¡Qué condescendencia hacia los hombres caídos de la tierra! ¡ Qué maravilloso amor!(manuscrito 75, 1886)
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
http://
segunda venida apocalíptica
La
Biblia a través del tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario