CORRIENTES IMPETUOSAS.

Mis hermanos han sido traicioneros cual arroyo; pasan como corriente impetuosas, que están escondidas por la helada, y encubiertas con nieve; que al tiempo del calor son deshechas, y al calentarse, desaparecen de su lugar, se apartan de la senda de su rumbo, van menguando y se pierden. Job. 6:15-18.

En muchas partes de las montañas de España, hay grandes torrentes que durante el verano esta secos, y cuando la nieve se derrite llevan gran cantidad de agua. 

Esto es lo que observe en algunas montañas del Sahara, son grandes surcos secos y cuando menos lo esperas son grandes torrentes de agua que desemboca en grandes oasis. 

Job compara a sus tres amigos con una corriente de agua crecida y muy turbulenta en invierno, cuando sus aguas no se necesitan con tanta urgencia, pero cuando vienen el verano se secan y desaparece. 

Estas corrientes son conocidas por los nómadas como “wadis” y son muy conocidas en el Oriente y en Túnez, Argelia y Marruecos. Por lo menos que yo conozca. 

Así son los amigos de Job y describe el chasco de los viajeros que buscan agua en el cauce seco. 

Job nos hace otra comparación de sus amigos en los días de prosperidad, creen que siempre habrá agua en abundancia, y esto se relaciona con los días de prosperidad. 

Así son algunos amigos que tenemos el ser humano, creemos en una amistad duradera y vemos en realidad que son ríos secos. Hay muchos cristianos que pueden compararse con ríos secos. 

Chasquean a los hermanos en la fe, y aquellos que no son de la fe, pero que si tienen un poquito de conocimiento. Estos les hacer dudar de si ese cristiano es sincero. 

Chasquean a la gente cuando más se lo necesitan, y hablo por experiencia propia. “Yo los llamo conocidos y no amigos” 

El mundo los mira esperando honradez absoluta, pureza sin manchas, cortesía cristiana, normas elevadas de conducta intachable, llevando un mensaje de esperanza. 

En su lugar sólo encontramos un cauce seco, lleno de hiervas y piedras corrosivas. Esta clase de personas no son amigos. 

El verdadero amigo esta contigo en las dificultades, te anima y si tiene que acompañarte al Hospital, el es el primero en acompañarte. 

No mira si hace frio o calor, si llueve o hace viento impetuoso, sólo mira a un amigo que sufre y que necesita una asistencia rápida. 

En otro aspecto, algunos cristianos se parecen a ríos secos: a veces se desbordan. 

Un amigo se obsesiona con un celo fanático y ruge por momentos, como un torrente embravecido. 

A su tiempo la inundación se reduce, y la vida vuelve a ser tan vacía como antes. 

Dios desea que nuestras vidas se parezca a ríos verdaderos, hermosos, con un caudal constante y que vaya repartiendo bendiciones. 

Ojalá nuestras vidas no chasquee ni destruya, sino que edifiquen. 

MARANATA.

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