LEVANTÉMONOS.

Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha sido conmigo en el camino que he andado.Génesis 35:3

Jacob había encontrado tan agradable y una satisfacción en el lugar en que vivía entre Siquem cerca del Monte Ebal y el Monte Gerizim. 

Jacob había demorado el pago de su voto hecho a Dios en Bet-el (cap. 28:20-22). Muchas veces nos olvidamos de nuestros votos a Dios, y nos pasa lo que nos pasa. 

La situación resultante del horrible crimen de sus hijos una vez más le había 
hecho comprender su necesidad de una comunión más intima con Dios y una obediencia más cuidadosa de su voluntad. 

El traslado a Bet-el fue bien calculado y meditado para que Jacob pensara en todo lo que había hecho, y para que se acercara a Dios más de lo que estaba. 

Es una lección que cada cristiano tenemos que aprender de nuestros errores, y volver a Dios. 

En la vida del cristiano hay una sola forma de andar, y esta es hacia adelante. 

¡Olvida el pasado y conquista el futuro! El recordar el pasado y como Dios nos ha librado esta bien, pero recordar las amarguras no es bueno. Jacob sabía esto. 

¿Cuántas oraciones Dios nos ha respondido en nuestra vida? ¿Cuántas veces Él a mandado al ángel para protegernos? Dios respondió a Jacob en Bet-el, y le prospero y le protegió. 

¡Ara lo mismo con nosotros! La experiencia de Jacob, será la nuestra, antes de que Cristo regrese a la Tierra. Aprendamos todos a confiar en nuestro Dios, como lo hizo Jacob. 

Hay momentos en nuestra vida que tenemos que retroceder. Tenemos que ir ha Bet-el de nuestra pieza (cuarto) y ser quebrantados por la roca que es Cristo.”

Yo me pongo el primero”.Como fugitivos exhausto, solitario y desesperado, se acostó bajo el cielo oscuro y cuajado de estrellas con una piedra de almohada. 

Y Dios se le revelo y fue llevado cerca de Dios. Nuestro cuarto, en bosque tranquilo, incluso en una montaña rocosa, puede ser nuestro Bet-el, y Dios se puede acercar a nosotros. 

Hay tiempos cuando sería bueno que nosotros volviéramos hacía atrás. Porque tal vez hemos olvidado o descuidado nuestra devoción personal y nuestro estudio de la Palabra de Dios. 

Pensemos en esos momentos que hemos estado unido a Dios, cuando nuestra fe era más fuerte, y vimos las promesas de Dios en nuestra vidas. 

Isa.25:4 fortaleza al pobre, Isa. 30:18, 43:5. No volvamos hacia tras, eso sería nuestra destrucción. ¿Ha olvidado Dios el tener misericordia? 

¿Ha encerrado con ira sus piedades? ¿A quien tengo yo en los cielos? En ti, oh Jehová, he esperado, no sea yo confuso para siempre. Nunca es demasiado tarde para ir a Dios.

MARANATA.

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