miércoles, 27 de febrero de 2019

LA GRAN TRISTEZA DE JESÚS.

Comenzó a sentirse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte. Mateo. 26: 37-38.
En unos momentos más difíciles de la vida de Jesús, ante el pensamiento del carácter atroz de la culpabilidad del pecado Cristo sintió que debía apartarse y estar solo. 

Las huestes de las tinieblas estaban allí para hacer que el pecado pareciera tan difundido, tan profundo y horroroso como fuera posible. 

Satanás en su odio contra Dios, en la tergiversación del carácter divino, manifestando irreverencia, desprecio y odio con las leyes del gobierno de Dios, había hecho que la iniquidad llegara hasta el cielo. (MS 35). 

En estos últimos tiempos, se repitiera la iniquidad no solamente en el mundo, sino también en el pueblo de Dios. Este hecho hoy día se esta agrandando más y más, sólo hay que echar un vistazo a la prensa, al TV, y notaremos que la maldad, el pecado abundantemente se ha extendido. 

La lucha por la supervivencia en aquellos tiempos sera a muerte. 

Cristo venció en un jardín llenos de olivos, antes de su arresto, Cristo sintió la enormidad del pecado del mundo. 

Fue allí, en el crisol de la angustia que estaba experimentando, Cristo tuvo que tomar la gran decisión. La fidelidad a su Padre y a la ley, el plan de la redención estaba en juego. Y los eventos pasaron rápidamente, sin darse cuenta. 

La gran prueba consistía en la fidelidad a su Padre y a la ley. Cada uno de nosotros, tendrá que pasar por el crisol del fuego. Todo estará delante del cristiano, un buen trabajo, un buen negocio, y una buena casa. 

Otros en cambio falta de trabajo, inseguridad en la vida, enfermedad, y un largo ezetera. Pero todos tendrán el momento adecuado para tomar su decisión. Todos pasaremos por el crisol, para ser probados, sólo la gracia de Dios y la gran obra del Espíritu Santo, se manifestara en nosotros en aquel momento de prueba. 

Para Cristo fue muy doloroso la separación de su Padre, es una agonía que todos la vamos a sentir cuando la gracia de Dios se retire de la tierra. La fe y solo la fe, en Cristo podemos salir vencedores de tal prueba. 

¿Quien estará preparado para ese día? ¡Ojala estemos la gran mayoría! Pero la salvación es personal. 
Fue mucho más espantoso para Jesús experimentar la separación de su Padre que cualquier otro ser humano, pues Jesús gozaba de una comunión directa y muy estrecha con su Padre. 

Nosotros, por el contrario, mantenemos generalmente una relación tan escasa y tenue con Dios, que difícilmente nos daríamos cuenta de que ella ha muerto. 

Qué manifestación maravillosa de madurez espiritual sería que tuviéramos una relación más estrecha con Jesús.
MARANATA.
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Notificación: 
Estimados lectores de este blog. Hace tiempo que parezco de un problema de salud, que abecés me impide desarrollar este ministerio. En otras ocasiones les pedí que orase por mi, y sus oraciones fueron contestadas, pues recupere la salud. Hoy les insto a que oren por mi, para que me recupere de esta dolencia que arrastro barios meses. Se que vuestras oraciones llegaran al trono de la gracia y si es la voluntad de Dios me pondré bien. Las oraciones del justo llegan al trono de la gracia. El Señor nos dice: Orar los unos por los otros para que Vuestro Padre sea glorificado. Que Dios os bendiga y que su paz sea sobre ustedes. Sal. 62: 7

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