EL QUE TENGA OÍDO OIGA.

El que tiene oído, oiga lo que dice el Espíritu dice a la iglesia. A que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios. Apoc. 2:7.

Este texto es una delas grandes amonestaciones de Dios que hace a los cristianos, y por ende a la última iglesia de laodicea. Somos tardos en aprender las cosas de Dios.

Estamos en un mundo soñoliento, donde la mundanalidad y la bajadas de las normas, an hecho perder ese amor por decir la verdad. Cierto es que el mensaje va dirigido a la iglesia de Efeso, pero por ende también na dirigida a nosotros.

Cuando una iglesia hay tibieza, se permite que las cristianas vayan provocativas y como la Moabitas, es una señal clara que las normas de la iglesia se han bajado. 

Cuando desde los púlpitos se predican cosas suaves para no alarmar a las demás denominaciones, se han bajado las normas.

Cuando los ancianos de la iglesia permiten todo esto, la palabra de Dios es clara y contundente, te vomitaré de mi boca. Dentro del contesto de Apocalipsis 2-3 sólo hay una iglesia sin reproche.

El Espíritu Santo esta obrando dentro de aquellas almas que les son fieles a Dios. La advertencia es: 

Si vosotros oís. “lo que el Espíritu dice a la iglesia” y meditáis en mis palabras y en la instrucción que os doy.

Pero los oídos están cerrados a las instrucciones de Dios. La paciencia de Dios es inagotable, pero todo tiene su limite. Dios derrama su Santo Espíritu a su última iglesia, para que los corazones sean llenados de su inmenso amor (Rom.5:5).

Cuando se pierde el primer amor, Jesús no es más el centro de la vida y de la religión. Nuestra adoración se vuelve formalista y fría. Ha ocurrido un divorcio espiritual, y el arrepentimiento es la única solución.

EGW escribió desde Australia y expresó su preocupación por el efecto que los cristianos de Efeso tienen en la iglesia hoy día. 

“La atmósfera de la iglesia es tan frígida, su espíritu es de tal naturaleza, que los hombres y mujeres no puede sostener o soportar el ejemplo de la piedra primitiva nacida del cielo -escribió-.

El calor de su primer amor,está congelado,y a menos que sean regados por el bautismo del Espíritu Santo, su candelabro será quitado de su lugar, si no se arrepiente y hace las primeras obras” (T. p. los Ministros p. 166). 

Estas palabras son promesas que el Espíritu Santo nos ofrece a cada uno de nosotros. “Si tu as perdido el primer amor”

Cristo te invita a recuperar lo que as perdido. Cristo nos dice: ¿Quien hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que ande en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios”. Dios nos llama a todos.

MARANATA.

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