EL ORGULLO Y EL AMOR

Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probará como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios. Zacarias 13:9

Durante siglos el hombre por su naturaleza pecaminosa y infiel, ha echado la culpa a Dios de los males que ocurren en la tierra. 

Muchos lo han negado, otros no creen en un Dios bondadoso y benevolente, otros matan en su nombre creyendo que lo que hacen esta bien ante los ojos de Dios. 

Y otros no saben de su existencia, pero la naturaleza les enseña que hay un creador del universo. Pero algunos cristianos están confundidos con los planes de Dios. 

La Biblia nos da mensajes muy reveladores que nos advierte de los planes de Dios para su pueblo; los que guardan sus mandamientos y la fe de Jesús. Israel de antaño, paso por pruebas, a causa de su rebeldía hacia Dios. 

Lo único que hacía Dios es retirar su protección a su pueblo, y satanás hacia el resto. 

Dios permite que su pueblo pase por un período de prueba severa antes de rescatarlos de este mundo en decadencia moral (Daniel 12:1,2; Apoc. 7:13, 14). 

El oro cuando se extrae de la mina, tiene impurezas, y hay que meterlas en el cuenco hasta que todas impurezas sean destruidas y sólo quede el oro puro 100% puro. Las profecías se ya se han cumplido, en la Biblia ya no hay profecías. 

 Dios está apunto de llevar a su pueblo a su hogar, pero para ellos tiene que “certificar” que son dignos de dicha salvación. Debe de ser destruida toda impureza del corazón. Zacarias describe el tiempo cuando Dios purificará a su pueblo, no habrá una gota de orgullo. 

El padre al hijo que ama le castiga y reprende.Dios pone en el fuego purificador solamente a los que El sabe que aguantaran el calor de la prueba y que confían en su Dios. 

Dios convoca al universo para que miren por balcones del universo, y vean cómo su pueblo responde cuando Dios ha quitado su protección. 

En estos momentos críticos el Espíritu Santo hace su gran obra sobre los hijos de Dios. 

Dios reclama a su pueblo como suyo, “este es mi pueblo”. A pesar que su pueblo este en los calabozos mas oscuros, o siendo torturados, o escondidos en las mismas montañas. Dios los preservara de todos sus enemigos. 

“El señor es nuestro Dios”. No abra dudas, “consumado es” Cristo tira el incensario y la tierra sera destruida. Serán momentos muy solemnes para el pueblo de Dios, Cristo aparece en el cielo con todo su ejercito de ángeles. 

El pueblo de Dios le espera, y los que duermen en las frías tumbas despertara a su voz. Todos aquellos que han sidos fieles en esta tierra, serán llevados con Cristo al cielo, a la Nueva Jerusalén.

MARANATA.

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