En el esto de hoy es una invitación para ponernos en manos del Espíritu Santo y viajar a alguna misión, siempre cuando el Espíritu de Dios te lo indique.
Durante esta vida e podido viajar mucho por Europa, Africa y latino
America, y me conozco toda España y parte de Portugal.
En mis años
de colportage me toco vender libros en Valdepeñas y Tomelloso,
Ciudad Real, Puertollano. Recuerdo si la memoria no me falla, que fue
en el pueblo de Tomelloso donde mi compañero el pastor Bosque, me
comento que antes de salir para cierto pueblo no muy lejano de
Tomelloso que orásemos, para que el Señor nos dirigiese.
Así lo
hicimos, cuando salimos de la casa enfilamos para coger el autocar, y
no sabemos el porque cogimos otro autocar en una dirección
contraria.
Ya no podíamos parar, así que cuando llegamos a ese pueblo, pequeño la gente metida en casa por la tremenda calor que hacía.
Ya no podíamos parar, así que cuando llegamos a ese pueblo, pequeño la gente metida en casa por la tremenda calor que hacía.
Elevamos una oración y empezamos a vender los libros de
Salud. Mi amigo Bosque, hombre de Dios, pudo no sólo vender varias
colecciones de libros, sino que inscribió a la voz de la esperanza a
dos personas.
Podéis pensar lo que queráis, pero yo creo que el
Espíritu Santo nos impidió que fuéramos a otro pueblo ya planeado.
Muchos de ustedes haya tenido quizá experiencias como a las nuestra.
Pablo tuvo una cuando llegaron a los limites de Bitinia, El Espíritu
Santo con condujo a Troas.
Pablo no fue rebelde a la orden que Dios
le envió. Se dirigió a a Macedonia y esto provocó una experiencia
para los habitantes de esa ciudad.Era una de las áreas más cultas
del imperio de Roma. Dios puede en cualquier momento llamarte para
que salgas a un lugar desconocido.
Creo, que todos somos llamados,
pero la realidad son pocos los que aceptan el llamado. Este llamado
el cual Dios te hace, no sera para ir a las misiones, pero de seguro
Dios tendrá un lugar dentro de tu barrio, donde tú puedes hacer esa
obra que hizo Pablo en Macedonia de tu barrio.
Creo con toda
sinceridad en la obra del Espíritu Santo, por que El nunca me ha
abandonado, y gracias a El, y al amor de Jesús y de mi Padre,
ustedes pueden leer cada día esta matutina.
Igual que ami me guia y
me consuela, a usted le guiara a hacer la obra que Dios tiene
preparada para usted, esa grande o pequeña.
Elias, Jonas, Isaias,
Moisés, Miller, y tan tomas fueron instrumentos del Espíritu Santo.
Todos somos profetas y todos estamos en una carrera desenfrenada para predicar el evangelio y que Cristo nuestro salvador regrese. Esa es nuestra gran misión, todo depende de ti y de mi.
MARANATA.
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