Esperanza para el afligido.

Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundo la gracia. Roma. 5:20.

Es claro que Pablo que esta pensando en el tiempo de Moisés cuando entro la “ley”.Estas leyes fueron para conducir al pueblo de Israel durante su vida. 

La ley fue entregada a Adan y Eve en el corazón desde la creación. Pero fue olvidada en Egipto. Y la volvió a dar otra vez en el Sinaí. 

Nuestra imagen o nuestro concepto de la religión legalista es la de aquel que tiene permanentemente marcada la preocupación en su corazón, de salvarse con las buenas obras y evitar así las malas obras. 

Es por este motivo que el hombre y mujeres buscan un medio alternativo, es decir: dar ofrendas a la iglesia, hacer largas y costosas penitencias y grandes rituales religiosos. El “deber”, la “obediencia”, y la “perfección”, se convierte en un abito. 

Así creen en las salvación por las obras, sin tener en cuenta los méritos de Cristo. Y nada teme más que hacer algo que pudiera producir la desaprobación de un Dios celoso. 

Los motivos de una persona legalista consiste en que sus esfuerzos diligente y su piedad aparente pudieran persuadir a Dios a cambiar de actitud hacia El, y concederle favores de gracia y bondad que, de lo contrario, El no le ofrecería.

El legalista que sabe exactamente qué es lo que más necesita y quiere. Realmente, él lo sabe mejor que Dios; y si no rogara esos dones a Dios, Dios no estaría dispuesto a ofrecérselos. Como tal, el legalista está diciendo que está en mejores condiciones en sus propias manos que en las de Dios. 

Pablo sabía esto cuando hablaba a los judíos. Esto no era el propósito de la ley, la que debía revelar la norma de justicia; pero debido a las tendencias humanas heredadas y cultivadas, lo que hizo es señalar el pecado del hombre. 

Pero cuando la ley fue promulgada, el continuar esos actos se convirtió en transgresión. 

La ley es santa es el carácter de Dios y es inmutable, “¿Como sabemos que pecamos? Los judíos se escudaban en las obras propias. Sobreabundo la gracia de Dios, sobre los hombres. 

“Yo Jehová no cambio”. Dios no cambia de actitud hacia la raza caída, Dios demostró su amor dando lo que el más quería a Jesús. Dios te llama a ti hoy, mañana sera demasiado tarde para contestarle. 

Abre tu mente y tu corazón a Dios ahora, no pierdas el tiempo, desechas los ídolos de tu corazón, pues hoy te llama el Señor, Ven a mi, porque yo te redimí. (Isa.43:1;25). Tú y yo somos pecadores, pero Dios nos llama para ser nuevas criaturas y ver su rostro hoy.

 MARANATA.

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