RENDISE A LOS PIES DE CRISTO.

He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien a sido salvación para mí. Isa. 12:2.

En otro pasaje maravilloso de la Escritura, Jesús poderosamente declara la esencia de la vida cristiana. Dice: “Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta aparta de mi esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú”.

Abba es la palabra hebrea con la que los niños se dirigen a su padre, es una palabra cotidiana y muy familiar que indica la obediencia y confianza de un niño. 

Aun cuando él no comprendía, Jesús llamo a sus Padre “Papa”. Enfrentando la cruz, luchando contra las tinieblas y la desesperación, tentado a desconfiar, él llamó a su Padre Papa”. Cristo se enfrentaba a la más incruenta tortura que los romanos tenían para castigar a los hombres más peligroso, y asesinos. 

Cristo luchaba contra las tinieblas y la desesperación, tentado a desconfiar,y él llamo a su Padre “Papa”.

La vida puede ser cruel, pero Dios no lo es. La vida puede ser injusta, pero Dios no lo es. La confianza no significa que yo entiendo lo que está sucediendo. 

La confianza no significa que me gusta lo que esta sucediendo a mi alrededor o que sea justo. No significa que la experiencia son justa o aun que yo la merezca. La confianza no significa que yo crea que Dios a ocasionado aquello a lo que yo estoy pasando por este trance. 

Tengo un amigo y hermano en Cristo, que se esta muriendo de Cancer, y el no piensa que Dios le ha puesto en esta situación. Pero su fe se aferra a la promesa de que en el día de la resurrección el resucitara, esa es la fe en su Papa. La confianza significa que yo entiendo que Dios me ama, y que él me va a hacer triunfar al pasar por esta experiencia. 

La confianza significa que a pesar de lo que está sucediendo, aún mantengo mi seguridad en Dios. La confianza significa que yo descanso en su cuidado y amor, aun cuando no entiendo lo que me esta pasando en esta vida. 

La confianza significa que yo confió plenamente en su inmenso amor y creo fielmente que él no desea ningún mal para mí, que él es mi mejor amigo. 

Nunca chasqueará a los que ponen su confianza en él. (T. t,9. p. 213). Debemos de rendirnos a él plenamente y con la fe de un niño. 

Tú y yo debemos rendirnos a él en absoluta confianza. El profeta Isaias proclamo: “Me aseguraré y no temeré”. Esta Matutina esta dedicada a una hermana en Cristo. Que hace unas horas a descansado en el Señor. ¡Te veremos en el cielo! Ana Pazos.
Maranata.
Luis José de Madariaga.
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