Porque he aquí que yo mandaré y
haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones,
como se zarandea el grano en una criba, y no cae un grano en la
tierra. Amós 9:9
En aproximadamente hace sesenta años, en España
se veía a las mujeres zarandear el trigo con la criba, después que
el cabeza de familia trillara el trigo.
Con rápidos movimientos de
las manos levantaban el trigo por el aire donde el viento llevara la
paja, y el grano es diestramente recogido en la zaranda al caer. El
presencial una escena tal nos ayuda a comprender lo que el Señor
nos dice en nuestro texto.
“Yo recuerdo esta escena cuando era
niño, en la provincia de Soria España” Así como cada grano
tiene valor, y cada alma que ha aceptado a Jesús es valiosa para él.
Podemos ser arrojados de un lugar a otro en la tormenta de la zaranda, pero esto nos ayuda a quitarnos toda las capas de nuestra inmundicia y que el viento se la lleve.
Podemos ser arrojados de un lugar a otro en la tormenta de la zaranda, pero esto nos ayuda a quitarnos toda las capas de nuestra inmundicia y que el viento se la lleve.
Esto hace que el grano sea
limpio y purificado. La paja de la mundanalidad es llevada lejos.
El pueblo de Dios tiene que dejar toda la mundanalidad. El Señor no
nos dejara caer.
Nos recogerá en su zaranda de amor y nos guardará de caer y ser pisoteados en el suelo.
Nos recogerá en su zaranda de amor y nos guardará de caer y ser pisoteados en el suelo.
En este mundo pasaremos
pruebas y duras, como las que están pasando dos amigos y una hermana
que tienen cáncer, pruebas para la cual parecería no haber razón
lógica.
Nosotros no podemos ver el fin desde el principio.
Nosotros no podemos ver el fin desde el principio.
Hay
muchos problemas que no son de muerte. Sea lo que fuere, recordemos
que no hay prueba de las que sobreviene a los hombres que Jesús no
haya experimentado no comprenda. Hay una cosa que debemos saber
y entender.
Debiéramos recordar que así como Dios nos zarandea, Satanás también lo hace.
Debiéramos recordar que así como Dios nos zarandea, Satanás también lo hace.
Así como Dios desea separarnos del
mundo, Satanás desea separarnos de Dios. Pedro estaba teniendo
problemas, y el Señor le dijo: “Simón , Simón he aquí Satanás
os ha pedido para zarandearos como a trigo” (Luc. 23:31).
El
Salvador le dio entonces esta seguridad a Pedro: “Pedro yo he
rogado por ti”. Si Jesús ora por nosotros, intercediendo ante el
Padre por nosotros no hay razón que ninguno de nosotros se pierda.
Si uno se pierde es por que el quiere.
No solo Jesús reuga por
nosotros ante el Padre, sino que el Espíritu Santo está en la
tierra ayudando en el proceso del zarandeo.
Porque Jesús nos comprende siempre y vela sobre nosotros, y cuando el camino parece difícil, cuando la oscuridad parece impenetrable, la luz de su amor nos guiará a su lado y nos guardará de caer al suelo. Agradezcámosle por su zarandeo.
Luis José de Madariaga.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blospot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
htt:// segunda venida apocaliptica
http://viajesatravésdeltiempoespacio.blogspot.com
https://alientosdevidaeterna.blogspot.com
Porque Jesús nos comprende siempre y vela sobre nosotros, y cuando el camino parece difícil, cuando la oscuridad parece impenetrable, la luz de su amor nos guiará a su lado y nos guardará de caer al suelo. Agradezcámosle por su zarandeo.
Luis José de Madariaga.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blospot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
htt:// segunda venida apocaliptica
http://viajesatravésdeltiempoespacio.blogspot.com
https://alientosdevidaeterna.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario