Así lumbre vuestra luz delante
de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos. Mat. 5:16
En cierto lugar de la selva
Venezolana, mis compañero estuvimos caminando por una senda para ir
a cierto lugar que nos esperaba. El guía llevaba una luz en la mitad
de la noche, para guiar los pasos del grupo.
Aveces se descuidaba el
guía y su luz no nos alumbraba porque se interponía entre el y
nosotros la espesada selva. Así lo que le seguíamos perdíamos el beneficio de la luz
y no veíamos la senda. Este es el caso de algunos que ocultan la luz
de la verdad por el miedo de que le quiten el puesto de trabajo.
Manifiesta sus propios intereses, su propia consagración, y
demuestra sus defectos de carácter. Todo esto afecta a su vida y a
su carácter, pero no beneficia a nadie por la verdad que
supuestamente creen.
Los hijos de Dios, deberían permitir que la luz
de la verdad brille para que los hombres, al ver la conducta justa
de los que conocen la verdad, reconozcan que hay poder en la misma,
puesto que han cumplido una obra tan grande por aquellos que la han
recibido.
Quedarán prensados con los principios que emanan de la
vidas de los representantes de la verdad, y aceptarán la verdad, y
glorificara a Dios consagrándose a él, para convertirse en luces
del mundo que los rodea (M. 63. 1912). La luz de la verdad proviene
del cielo (Jun.1:4), pero cuando ilumina nuestras vidas, se convierte
en nuestra luz (Isa. 60: 1-3; Efe. 5:14).
Los doce, tan recientemente
designados, fueron los primeros portaluces cristianos. La eficacia
con que los discípulos llegaron a reflejar la luz de la verdad y el
amor de Dios que se hizo evidente aun para sus más acerbos enemigos,
quienes “reconocían que había estado con Jesús”.
Jesús era
quien había diseminado la luz del cielo por el mundo. Nosotros
debemos de reflejar la luz que un día recibimos, no tenemos escusa,
somos o no somos. Dios nos pedirá cuentas en el juicio y, tendremos
que responder.
Cristo encendió una luz en los corazones de los
hombre y mujeres que nunca se habría de extinguir. La lámpara se
aprecia por la claridad y la intensidad de la luz que brinda.
El
aceite de la lampara colocada sobre el candelero (tú, y yo) no es
necesariamente visible paras quienes están en la habitación, pero
el hecho de que la lámpara da luz demuestra que hay aceite en la
lampara. Debemos de resplandecer como luciérnagas en la noche, para
que el mundo sea iluminado.
(Espero que me contéis vuestras experiencia en Cristo. Quisiera hacer una Matutina con las experiencias vuestras para gloria de Dios)
Maranata.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http//lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocalptica
http://Viajes a través del tiempo y espacio.blogspot.com
(Espero que me contéis vuestras experiencia en Cristo. Quisiera hacer una Matutina con las experiencias vuestras para gloria de Dios)
Maranata.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http//lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocalptica
http://Viajes a través del tiempo y espacio.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario