LA SUBASTA DE SATANÁS.

¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Mateo 14:31

Esta es la subasta del último siglo, es una subasta realista y de la situación real del mundo. Satanás a propuesto a a su ángeles que recorran toda la tierra subastando la formula para tener una buena jubilación. 

Estas son las formulas que están en la subasta: Formula para mentir, ¿Cuánto dan por ella? La vida. Tengo la formula de la deshonestidad para los hombres, ¿Cuándo dan por ella? Tengo vienes terrenales, como castillos mansiones, chalet, coches de alta gama, ¿Cuánto dais? 

Tengo la formula de la avaricia, el orgullo. ¿Cuánto dais? “¿Cuales son vuestras ofertas?” Pero para los hijos de dios todo esto es gratis. Sólo tienen que darme su lealtad y sumisión a mí. Todos los ángeles seguidores de Satanás vieron un hermoso cofre de oro, y todos preguntaron 

¿Que hay en ese cofre? Satanás miro el cofre con una sonrisa malvada, y los ojos fijos en el cofre que los ángeles malos se turbaron. 

Todos preguntaron: ¿Que hay? En ella se encuentra la formula para el pueblo de Dios. Es la duda, con esta arma dudaran del amor de Dios. 

Es el arma secreta mejor guardada. Con esta formula puedo hace que el mundo cristiano dude de la existencia de Dios. Puedo hacerles que cometan cualquier pecado. Cuando no tienen seguridad, son vulnerables a mis ataques. Lo cierto es que Satanás a usado está formula desde la antigüedad, es su fórmula favorita, la uso con Jesús en el desierto. 

Él siempre comenzaba sus desafíos a Jesús diciendo: “Si erres Hijo de Dios...” “¿Es cierto que tú eres Hijo de Dios? “Es cierto –le decía -, que tú eres el Hijo de Dios? Mira tu rostro está pálido, cansado, tienes hambre. Tu cuerpo está maltrecho, tus ropas raídas y sucias. Sabes tú no puedes ser Hijo de Dios”. 

La duda fue el arma que empleo contra Cristo, y es el arma que usa contra los hijos de Dios en la tierra. El trata de quitarnos la bendición que Dios nos ha dado, su seguridad de que seremos vencedores si creemos en él. 

Pero no debemos permitirlo (leer El Camino a Cristo,p.52-53). Debemos llenar nuestra mente de pensamientos acerca del amor de Dios, de su venida. Jeremías dice acerca de Dios: “Con amor eterno te he amado”. Y voy a dar mi vida por ello. (Jer. 31:3).
Maranata.
Luis José de Madariaga.
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