VIVIR DE ACUERDO CON LA REGLA DE ORO

No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Luc. 6:37
¡Que difícil es este testo para muchos cristianos! Bien sea mujeres o hombres. 

El deber de todo cristiano está claramente trazado en las palabras: “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonar y seréis perdonado. Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando”. Pero ¡cual es difícil perdonar! 

Para algunas personas es muy difícil perdonar, por muy poco o por mucho. Cuando en el corazón no esta Dios, el perdón no llegara a la parte que te ha ofendido. Y si no llega ese pecado esta registrado en el cielo hasta el día de tu muerte eterna. 

Lucas lo expresa muy bien: “Como queréis que hagan los hombre o mujeres con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Luc. 6:37-38, 31). 

Debemos tener una cosa muy clara. Si una persona no a perdonado al pecador arrepentido, dicho pecado se devolverá al que no ha perdonado y Dios lo tendrá en cuenta en el juicio final. 

En la misma forma en que traten a sus semejantes que en espíritu o de hecho lo haya perjudicado y se hayan arrepentido después, Dios los tratará a ellos por sus defectos de carácter. El que no demuestra misericordia con sus semejantes no puede esperar ser amparado por la misericordia de Dios. . . 

Si rehúsa cultivar esta gracia divina en si mismo sufrirá los resultados de su negligencia. . . Debemos de recordar que todos comente equivocaciones. Aun hombres y mujeres que han tenido años de experiencia a veces yerran. Pero Dios no los abandona a causa de sus errores: a cada descarriado hijo o hija de Adán, les da el privilegio de otra oportunidad. 

El verdadero seguidor de Jesucristo manifiesta un espíritu como el de Cristo hacia su descarriado hermano. En lugar de condenarlo a la cárcel, o al desprecio de sus hermanos en Cristo, si lo vuelves de sus errores al camino, lo salvaras de la muerte un un alma, y cubrirá multitudes de pecados” (Sant. 5:20). 

La iglesia militante siempre habrá hombres y mujeres que necesiten la restauración de los resultados del pecado. 

El que en algunos aspectos sea superior a otros, en otros será inferior al mismo. 
Todo ser humano esta sujeto a la tentación y tienen la necesidad de un interés y de una simpatía fraternal. . . Pero sólo los que caminan con Cristo pueden ser verdaderamente misericordiosos. (Signs of the Times, 21-5-1902).

Maranata

Luis José de Madariaga.

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