LLEVAD LOS PROBLEMAS A DIOS.

Pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer. Mar. 10: 6,7.
Demasiado a menudo se asume la relaciones matrimoniales sin la debida consideración. Nadie debiera casarse sin antes tener un conocimiento de su pareja. 
 Durante la relaciones de noviazgo, se percibe el carácter de ambos. Sus gustos y costumbres. 

Pero si no se han considerado este asunto después saltan las alarmas, y el matrimonio se encuentran disímiles en carácter y propensos a cosechar infidelidad en lugar de gozo, no se acusen mutuamente el hecho de que su matrimonio fue imprudente. 

Conozco casos de la edad de mi hijo, que casi todos están divorciado, o separados. Solo ven lo exterior y no los valores que debería de a ver en las personas. 

Transcurridos algunos años tanto el esposa y el esposo, hallan a alguien que son afines a su carácter y aficiones, y se aventura a confiarles al tal persona los secretos de su vida de casado/a. 
 
El mismo hecho de dar a conocer los secretos confirma la existencia de un estado de cosas que no sería necesario en absoluto si el marido o la mujer amaran a Dios sobre todas las cosas. 
No ponen a Dios en primer Lugar. 
Y hay esta el fracaso del matrimonio. El Matrimonio no son de dos, sino de tres. Algunas veces puse mis experiencia con mi amada esposa, somos diferentes en muchas cosas, pero todo lo que hacemos se lo presentamos a Dios, ya que dentro el circulo esta Cristo. 
Y os digo con toda humildad, Cristo actúa siempre de mediador, y cuando pasa esto se ve los resultados. Muchas veces pensamos que el problema es imaginario, el dialogo a través de la oración es poder de Dios; y se di sepa tal problema. 

Tanto el marido como la mujer hablan demasiado del problema que les atormenta. Si amara a Dios sobre todas las cosas, su corazón estaría tan lleno, tan satisfecho con su amor que no sería consumidos del anhelo de afectos para ser manifestado en actos de bondad para ellos mismos. 

Muchos an equivocado el deber de la esposa hacia el marido y viceversa. 
El yo se absorbente y Satanás lo aprovecha. . . El tiene su red lista para atrapar al alma humana, para enredarla de tal forma con imaginaciones humanas, bien sean fundadas y reales, Satanás lo aprovecha todo para unirnos. 

Pero los no puede la sabiduría humana puede hacerlo la sabiduría de Dios mediante la entrega de nuestra voluntad, de la mente del alma, de la fuerza del ser Eterno de Dios. 1894

Maranata

Luis José de Madariaga.

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