NO HAY QUE DUDAR

Y el Espíritu me dijo que fuese con ellos sin dudar. Fueron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa del varón. Hech. 11:12.

Ante la orden del Espíritu Santo Pedro dejó a Jope, acompañado por seis hermanos, y viajó a Cesárea. Nos informa el relato que fue sin dudar. Sabía que iba llevando un encargo de Dios. 
¿Por qué? Por qué conocía al Espíritu Santo. 

Sabía que Satanás no habría enviarlo en misión para iniciar la obra de Dios entre los gentiles. 
¿Sin dudar? Cuanto haríamos para Dios, si fuésemos a sus asuntos sin dudar. 
Muchos años antes de conocer el triple mensaje, por un tiempo serví al Maestro. 

Un grupo de jóvenes asistíamos a la misión de la calle Grove en Glasgow, Escocia. Cada ´sábado de noche íbamos a diferentes misiones en Glasgow para cantar, hablar o dar algún otro testimonio para nuestro Salvador. 

Entre el grupo había un joven que había que había perdido su empleo. Era difícil conseguir trabajo. Finalmente tomó un empleo como conductor de un camión de cerveza que entregaba en numerosos bares de la ciudad. 
Procuramos persuadirlo de que no tomase ese empleo, sino que confiase en el Señor de que ya conseguiría otro trabajo. Le hicimos notar que un cristiano no puede consentir en vender las mezclas del diablo y al mismo tiempo servir a Dios y tener una experiencia cristiana. 
Su actitud la de pensar que Dios conocía su necesidad de empleo, y no le tendría por responsable. 

No pasó mucho tiempo hasta que comenzara a descuidar su asistencia a la misión. Finalmente dejó de asistir definitivamente. 
Había comenzado haciéndose preguntas, entonces creció la duda, y cayó. 
En la experiencia cristiana hay un camino seguro para vencer las dudas: éste es el conocer los planes de Dios para nosotros. 

Para conocer estos planes necesitamos estudiar su palabra. Debemos orar intensamente y a menudo por inteligencia. 
Tan prestamente como la mente sea capaz de comprender, así creceremos en los caminos de Dios. 

Cuando el Espíritu Santo nos habla, dirigiendo nuestras actividades en el servicio de Dios, no habrá dudas en cuanto al curso que debemos seguir, porque sabremos que el Espíritu Santo jamás nos enviará en una misión que no esté en armonía con las normas de Dios. Al realizar hoy los asuntos del Señor, vayamos sin dudar.

Maranata

Luis José de Madariaga.

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