Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Isa. 55:7.
Demos gracias a Dios, que con cuánta frecuencia, por medio de sus mensajeros, Dios nos llama al arrepentimiento y abandonar nuestras inclinaciones perversas, y a cambio nos concede el perdón. Isa. 1:16-19; Jer. 7:3-7; Eze. 18:23, 30-32; Mat. 11: 28-29; Luc. 24: 47; Heb. 3:19; 13:38.
Todos sin excepción debemos buscar a Dios, en humilde oración antes de que se aleje y no aya memoria de Dios.
¡Cuán limitadamente comprende el hombre la inmensurable bondad misericordia de Dios y el infinito propósito que el Señor tiene para cada persona que es salvada por la gracia divina!
Con demasiada frecuencia, los pensamientos del hombre están teñido de amargura e indiferencia; pero los de Dios son de tierna misericordia; y gracia perdonadora (Exo. 34:6-7; Sal. 103: 8-14; Jer. 29:11-13).
El hombre piensa en el tiempo, y Dios en la eternidad. El hombre piensa en si mismo, y Dios en los seres creados por su mano.
El hombre piensa en lo que puede obtener, mientras que Dios piensa en lo que puede dar. Este es nuestro Dios.
¡Buscaremos a Dios! Buscad a Jehová mientra pueda ser hallado. En esto fracaso Israel y esa fue la razón de su exilio.
No había procurado conocer i obedecer la voluntad de Dios.(Isa.6:9-12). Vez tras vez Dios había invitado a Israel a que lo buscara (ver. Deut. 4:29; Sal. 105:4-6; Jer. 29: 13-14 etc).
Hoy en esta conferencia General Dios llama a su pueblo, es Dios que formula la pregunta:
¿Asta cuando e de llamar a la puerta de tu corazón? Dios formula la exhortación: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salud te he socorrido.
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí hora el día de salud. Mañana sera demasiado tarde. Así como Cristo, en su humanidad, buscaba la fuerza de su Padre para poder soportar la prueba y las tentación, también debemos hacerlo nosotros. 28
Necesitamos diariamente ayuda, gracia y poder de la fuente que mana poder de lo alto.
Debemos de echar nuestra imponente almas sobre el Unico que está predispuesto ayudarnos en nuestro momento de necesidad. Demasiado a menudo nos olvidamos del Señor.
Cedemos a nuestros impulsos y perdemos las Victorias de deberíamos ganar.
Si somos vencidos, o dilataremos en arrepentirnos y en aceptar el perdón que nos podrá en posición ventajosa.
Si nos arrepentimos y creemos, será nuestro el poder purificador de Dios. Su gracia salvadora se ofrece gratuitamente. Su perdón se otorga a todos los quieran recibirlo. . .
Estamos viviendo en el día de la preparación. Debemos conseguir una abundante provisión de gracia del almacén divino. El Señor ha hecho provisión para la demanda diaria. (R.H. 1906).
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica
La
Biblia a través del tiempo.
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