martes, 28 de julio de 2015

FIELES A NUESTR NOMBRE


El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. 1º Juan 2:6.
Nosotros llevamos el nombre de cristianos. Pero las apariencias engañan. Ser un cristiano significa ser semejante a Cristo. Significa seguir a Cristo en la abnegación, llevar en alto su bandera de amor, honrándolo con palabras y actos y actos altruistas. 

Muchos llevan el nombre de Cristiano, pero su vida de crimines, orgías, robos, y una conducta que es incoherente a su nombre de Cristiano. No son merecedores de ese nombre.
El verdadero cristiano o creyente no hay nada del yo: el yo debería estar muerto. 

Y si no lo está ¿Quien esta en su lugar? El viejo hombre, el yo personificado. 

Llegamos ha ser sepulcro blanqueados.No había egoísmo en la vida de Cristo cuando vivió en esta tierra. 

Él llevo nuestra naturaleza, vivió una vida plenamente entregada al bien de los demás. Los seguidores de Cristo deben ser puros y verdaderos en palabras y aciones. 

Pero por desgracia los hijos de Dios, roban, mienten no pagan lo que es del Señor, y sobretodo son muy criticones. ¡Claro que vivimos en un mundo de iniquidad!  Pero lo cortes no quita de ser valiente. 

Los cristianos deberíamos de reflejar os atributos de Cristo. Todo lo que hagan y digan deberá estar en armonía y estar desprovisto del egoísmo. Dice el gran apóstol de los gentiles: 

“Y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entrego a sí mismo por mí” (Gal. 2:20). 

Por la fe Pablo se apropió de la gracia de Cristo, y esta gracia suplía las necesidades de su alma. Por la fe recibió el don celestial y lo impartió a las almas que anhelaban la luz. 

Esta es la experiencia que necesitamos. Orando por fe. Luchad por obtenerla. Creer que Dios os la dará a ti y ami. Gratuitamente. Si queremos morir al yo, si queremos ampliar nuestra idea de lo de lo que es Cristo puede ser para nosotros y lo que nosotros podamos ser para él, si queremos unirnos el uno con el otr en los lazos del compañerismo, Dios obrará a través de nosotros con gran poder. 

Entonces seremos santificados mediante la verdad. Seremos de veras elegidos por Dios y dirigidos por el Espíritu Santo. Cada día de la vida será precioso para nosotros, porque veremos en él una oportunidad para usar los dones que se han confiado para la bendición de otros. (R.H. 1907)
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
http:// segunda venida apocalíptica
La Biblia a través del tiempo.

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