miércoles, 1 de julio de 2015

MI AMIGO EL REY


Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, or la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para nosotros. 1º Pedro. 1: 3,4.
Es una frase que nos recuerda que nuestro Rey nos proporciona todo lo necesario para ser salvos. 

 Y parafraseando las palabras del Mio Cid. “¡ Que buen Rey, teniendo buenos vasallos!” 
El amor, la piedad, debería distinguirse entre los buenos vasallos del gran Rey. Pero el Rey va más aya de nuestra compresión, quiere darnos la vida eterna.

¿Hay alguna razón por la cual esta esperanza viviente no debiera darnos tanta confianza y tanto gozo en este tiempo, como lo hizo con los discípulos en la iglesia primitiva? 
 Cristo no esta encerrado en la tumba. 
El resucitó ascendió al cielo, ta a la derecha del Padre. Pero hay una condición para llegar al trono de la gracia, nuestra fe.
Es un Rey de vivos, no de muertos. La esperanza del cristiano no carece de 

fundamentos; nuestra herencia no es corruptible. No es un producto de nuestra imaginación. 
Dios “nos ha concedido” Vida eterna, por medio de Jesucristo” 

Esto amplia el pensamiento de la gracia y la paz, esto derriba de una relación personal con Dios y con Cristo.
Esto nos da una perspectiva da la grandiosidad y majestad de Dios. 
 Aquel que llama al cristiano (Rom.8:30); o al Hijo, que llama a los discípulos (Marc. 3:13); y a los pecadores (Mat. 9:13). 
No hay ninguna distinción, no hay diferencia en la practica, pues tanto el Padre como el Hijo unen en el llamamiento. La invitación de cualquiera de ellos es igualmente eficaz.

 “¡Que buen Rey, teniendo buen vasallo!”.
Debemos tomarle la palabra a Cristo, creer que él vino para representar al Padre, y que el Padre, al como esta representado en Cristo, es nuestro amigo Rey y que no desea que perezcamos, de otra manera no había enviado a su Hijo para que muriera como nuestro sacrificio. 

¿Pero que pocos creen en esto? Aun entre los llamados “cristianos” ¡Hechos y no palabras! son las que dan testimonio de que soy un buen cristiano.
La cruz que rechazan muchos hombre y mujeres, sera su hallo en el día del juicio. La cruz del Calvario es una garantía eterna
para cada uno de nosotros, de que Dios quiere que seamos felices, no solamente en la vida futura sino también en esta vida,
hasta que Cristo Venga en las Nubes. 

La muerte de Cristo acarrea al que rechaza su misericordia la ira de los juicios de Dios, sin mezcla de misericordia. Esta es la ira del cordero. 

Pero la muerte de Cristo es esperanza y vida eterna para todos los que reciben y creen en él. (basado en T.M. P.136; RH.1889, 1892).
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
http:// segunda venida apocalíptica
La Biblia a través del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario