Varones hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús. Hech. 1:16.
Los Judíos en los días de Cristo eran los herederos de la antigua teocracia que había sido gobernada por la dinastía davídica instituida por Dios, centrada en el culto del templo divinamente ordenado sobre el pacto nacional entre Dios y su pueblo.
La misión del pueblo era dar la luz a las naciones, pero dicho plan no se llevo acabo. Es por eso que Cristo da una nueva misión a los apóstoles. No puede haber duda alguna de que el Espíritu Santo que es parte de la divinidad, divino en origen y naturaleza.
Vino de parte Padre con una obra especifica que hacer. El texto de hoy muestra claramente que el Espíritu Santo fue un agente activo en los planes divinos para este mundo mucho antes de que Jesús viniese en carne .
Al repasar los sucesos que llevaron a la entrega de Jesús, Pedro llamó la atención hacia algo que todos veían muy claramente: que la tradición se había cumplido y la profecía determino su cumplimiento.
El Espíritu Santo había hablado a través del rey David describiendo la traición, aunque no se menciona el nombre de Judas (Sal. 41:9; 55:12,14).
Así como el Espíritu usó a David como agente de la profecía, puede usar como agente de la profecía a hombres y mujeres del pueblo de Dios para llevar la salvación a los hombre.
Debemos de recordar que cuando la profecía es hecha, sera cumplida, los profetas anunciaron la venida de Cristo, y se cumplió.
La profecía nos dice que Cristo vendrá en su segunda venida, y así sera. Nosotros no seamos como el Israel de antaño, ya que debemos ser los agentes o instrumentos del Espíritu Santo para terminar la obra.
La misión es clara y concluyente. Id y predicar a las naciones la nueva, Cristo viene ¡prepárate! ¡Que chasco debe ver sido para Jesús ser traicionado por Judas! Jesús le permitió entra con los doce, no fue llamado, pero lo acepto. Era libre de poder escoger el camino, pero escogió el mal camino como Israel.
Hoy en el siglo XXI la iglesia tiene un objetivo, la misión de proclamar la segunda venida de Cristo. Cada hombre y mujer es libre, Dios no coacciona a nadie de sus hijos.
¿Seremos como Judas? O ¿seremos como Pablo o Pedro, tal vez como Juan.
A las iglesias de Dios que están en el mundo, santificados en Cristo Jesús, llamados santo y a todos los que invoca el Nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar, no tengáis miedo a la muerte, Cristo es Señor de ellos y nuestro.
(1º Cor. 1:1,18 27.). Orar por el derramamiento del Espíritu Santo en su pueblo, para terminar la obra encomendada por Cristo.
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica
La
Biblia a través del tiempo.
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