Por tanto, nosotros
todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del
Señor, como transformados de gloria en gloria en la misma imagen,
como por el Espíritu del Señor. 2º Cor. 3:18.
Alguien ha dicho que
el carácter debe ser forjado. Jamas se hereda. Nadie a
desarrollado aún el carácter en forma casual.
Pero un buen carácter no está constituido por sólo buenas intenciones.
Pero un buen carácter no está constituido por sólo buenas intenciones.
Puesto que nuestros
pensamientos y sentimientos,cuando se han convertido en acciones,
pasan a formar parte de nuestro carácter, deberíamos formularnos
una pregunta decisiva: ¿Cual es la principal fuente en donde se
origina mis pensamientos y sentimientos?
¿Sera la
televisión? ¿Sera el ipad? ¿La telenovelas? O ¿la última
generación de móvil?
Tal vez ¿sean los
deportes, el vestido y ir a la última moda, el buen comer, puede ser
las diversiones en las discotecas, pueda ser el sexo¿ Por lo
general nuestros pensamientos y sentimientos se originan en un
sinnúmero de cosas.
Sería muy positivo
que confeccionáramos algún día una lista con todas las cosas o
personas que constituyen la principal fuente de nuestros pensamientos
y sentimientos. Os aseguro que sería muy revelador, podríamos
tener una perspectiva de nuestra vida diferente a la que tenemos
ahorita.
Sabemos que el
egoísmo es la raíz de todos los males. El hombre sin Dios vive
continuamente pensando en si mismo, cometiendo acciones egoístas, y
desarrollando así lentamente el
carácter de
Satanás. Podemos poner ejemplos de la historia, hombres que han
reflejado el destino de la maldad, Lenin, Stalin, etc.
Pero nuestro texto
de hoy nos habla de otro tipo de personas, que miran “a cara
descubierta como en un espejo la gloria del Señor”, y que son
transformados “de gloria en gloria”. Para estas personas Dios ha
destruido su egoísmo, su mal genio, su intolerancia hacia los de más
y el mundo que los había creado en torno de si mismos, dándoles una
nueva fuente de sentimientos que esta basada sólo en el Señor.
La mente del hombre
debe estar en enfocada en Jesús, nuestro Salvador. “A medida que
la mente reposa en Cristo, en carácter se amolda a la semejanza
divina. Los pensamientos se saturan con el sentimiento de su bondad,
de su amor.
Consideramos su
carácter, y de ese modo él está en todo nuestros pensamientos.
Su amor nos circunda.
Cuando contemplamos el sol en el resplandor del mediodía aunque sólo sea por un momento, el apartar los ojos seguiremos viendo su imagen en todo cuanto veamos.
Cuando contemplamos el sol en el resplandor del mediodía aunque sólo sea por un momento, el apartar los ojos seguiremos viendo su imagen en todo cuanto veamos.
Así ocurre cuando
miramos a Jesús: Todo lo que contemplamos refleja su imagen, la
imagen del sol de justicia” (TPM p. 394-395).
Maranata.
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lecciones-biblicas.blogspot.com
La
Biblia a través del tiempo
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venida apocalíptica
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