Examinaos a vosotros
mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os
conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a
menos que estéis reprobados? 2º Cor. 13:5.
Para vivir
correctamente la vida cristiana debemos conocernos a nosotros mismos.
La meditación es la ventana por medio de la cual podemos ver a
Jesús. El autoanálisis es el espejo en el cual nos contemplamos.
Veamos en qué forma
ha actuado nuestra antigua naturaleza. En lugar de engañarnos,
enfrentemos francamente a nuestro yo. Probémonos. El termino griego
traducido por la palabra “probaos” significa una acción
repetida. No se trata de un examen que se realiza en una sola vez,
sino de un acto permanente.
¿Dominamos
constantemente la amurallada fortaleza de nuestra alma, o nos
rendimos ante la presencia de los gigantes que moran en nuestro
corazón? Este examen nos permitirá ver con claridad en qué
condición estamos. Si pretendemos ser cristianos en el pleno
sentido dela palabra.
Sin necesidad de
llenar un formulario, todos podemos hacernos algunas preguntas que
nos ayudarán a comprender si estamos en realidad conservando nuestra
fe. He aquí algunas: ¿En qué persona o cosas pensamos primero
al despertar cada mañana? Si estamos pensando en el problema que
dejamos el día anterior, entonces si que tenemos un gran problema en
nuestra vida.
que nos ha dado, y
cual bondadoso a sido durante la semana, hemos pasado la prueba.
Sabiendo esto, la pregunta cae por su peso: ¿Estudiamos o leemos por
la mañana las meditaciones matinales en nuestro hogar?
¿Estudiamos con
reverencia la Biblia todos los días incluso las lecciones de la
escuela sabática? Lo cierto es que no todos compartimos los mismos
pensamientos, unos pueden estar de acuerdo o en desacuerdo en un
punto y en otros; Dios nos da la libertad para poder escoger. Pero
una cosa es segura, Dios nos juzgara por nuestras malas decisiones.
Esto esta más claro que el agua.
Dios a puesto todo
en nuestras manos, pero al igual que nuestros primeros padres dieron
sus ofrendas y diezmos, cosa sagrada es para Dios, deberíamos darlo
a la casa de Dios. ¿Oramos para que Dios nos dé la oportunidad de
compartir la fe, y nos capacite para hacerlo?
Seamos ricos o
pobres, Dios nos colma cada día de bendiciones, y debemos compartir
con los demás de aquello que Dios nos da.
¿Y que hombre hay
de vosotros, a quien si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O
si le pide un pez, le dará una serpiente? (Mat. 7:9,10; Luc.
11:11,12).
todo lo que hagamos
para ensalzar el nombre de Dios, repercutirá en nuestra vida, sea
para bien o para el mal. Estas y otras preguntas salta en nuestra
mente, pero la podemos contestar con el único medio que Dios a
dispuesto para el hombre y mujeres; la respuesta esta en la Biblia.
La comunión con
Cristo no produce incertidumbre. Podemos estar seguros de pasar la
prueba. Cuando alguien cae vez tras vez en el mismo pecado, debe
tomar las medidas necesarias para
Pero, no importa
cuánto cueste, hagamos todo lo posible para vencer, Dios a prometido
la victoria y sus promesas son seguras y veraces.
Cuando creamos de verdad estas promesas sera una bendición para el alma acongojada, un bálsamo para su Espíritu. Entonces tendremos la seguridad de la bendita victoria que Cristo nos quiere conceder gratuitamente.
Cuando creamos de verdad estas promesas sera una bendición para el alma acongojada, un bálsamo para su Espíritu. Entonces tendremos la seguridad de la bendita victoria que Cristo nos quiere conceder gratuitamente.
Maranata.
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
La
Biblia a través del tiempo.
http://
segunda venida apocalíptica
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