domingo, 30 de octubre de 2011

UNA ILUSTRACIÓN GRÁFICA DE LA SEPTIMA PLAGA.

¿Has visto los tesoros del granizo, que tengo reservados para el tiempo de angustia? (Job 38: 22, 23).

Byron Belden, Sarah Belden y la Hna. May Lacey me acompañaron a la reunión que tuvimos en Prospect [sur de Australia]. . . Cuando salimos de la casa [donde se había celebrado la reunión] notamos que se acercaba la tormenta. . . y echamos a correr con nuestros caballos tan rápidamente como podíamos.

Cuando estábamos por llegar a casa, la tempestad se desató con toda su furia. Comenzó a caer granizo de gran tamaño. . . El granizo espantó a la yegua porque la golpeaba con fuerza terrible.
Dije entonces: "Byron, desciende pronto. . . Acércate a la cabeza [de la yegua] y háblale. Los caballos deben saber que no eres tú quien los castiga". Al oír esto, bajó en seguida. Yo añadí: "May Lacey y Sarah, salgan". Lo hicieron. . .

Yo salí a continuación; May y Sarah me ayudaron. . . El viento soplaba con tal fuerza que nos arrancó los sombreros de la cabeza y se llevó los almohadones del coche. Los pesados cojines del carruaje, los paraguas, y las espesas mantas de viaje cayeron al suelo y volaban en todas las direcciones. . .

¡Qué escena! La Hna. Belden, May Lacey y yo llegamos a casa sin sombrero. . . Byron estaba con la pobre potranca aterrorizada. . . Sólo pudimos elevar nuestro corazón a Dios en procura de ayuda. . .

Este es el incidente más tremendo que he tenido alguna vez en un carruaje en medio de la tormenta. . . Pensé en el día cuando los juicios de Dios caigan sobre el mundo; cuando la negrura y horribles tinieblas envuelvan los cielos como un saco de cilicio. . .

Mi imaginación preveía lo que será ese momento cuando la poderosa voz del Señor ordene a sus ángeles: "Id y derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios" (Apoc. 16: 1) . . .

El Señor saldrá para castigar a los habitantes de la tierra por su iniquidad, y la tierra descubrirá sus sangres y no ocultará más a sus muertos. . .
Cuando las plagas de Dios caigan sobre la tierra, caerá granizo sobre los impíos del peso de un talento. . . * 283
G.W.

No hay comentarios:

Publicar un comentario