miércoles, 5 de octubre de 2011

EL CLAMOR POR PAZ Y SEGURIDAD.

Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. (Jer. 6: 14).

Los católicos, los protestantes y los mundanos. . . verán en. . . [la triple] unión un gran movimiento para la conversión del mundo y el comienzo del milenio tan largamente esperado.* (Satanás domina las mentes de los gobernantes, para que declaren la paz en la tierra).

"El día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están serán quemadas" (2 Ped. 3: 10).

Cuando los razonamientos de la filosofía hayan desterrado el temor a los juicios de Dios; cuando los maestros de la religión nos hablen de largos siglos de paz y prosperidad, y el mundo se dedique por completo a sus negocios y placeres, a plantar y edificar, a fiestas y diversiones, y desechando las amonestaciones de Dios, se burle de sus mensajeros, "entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente. . . y no escaparán" (1 Tes. 5: 3). (Foto. Los hombres de todas las religiones se unen para proclamar el domingo como día de Dios, rechazando la ley de Dios)

Como los habitantes del valle de Sidim, la gente sueña ahora con prosperidad y paz. "Escapa por tu vida", es la advertencia de los ángeles de Dios; pero se oyen otras voces que dicen: "No os inquietéis, no hay nada que temer".

La multitud vocea: "Paz y seguridad", mientras el cielo declara que una rápida destrucción está por caer sobre el transgresor. En la noche anterior a su destrucción, las ciudades de la llanura se entregaron desenfrenadamente a los placeres, y se burlaron de los temores y advertencias del mensajero de Dios; pero aquellos burladores perecieron en las llamas; en aquella misma noche la puerta de la gracia fue cerrada para siempre para los impíos y descuidados habitantes de Sodoma. (Foto. Sodoma destruida por Dios, por desobedecer la ley de Dios).

Dios no será siempre objeto de burla; no se jugará mucho tiempo con él. "He aquí el día de Jehová viene, crudo, y de saña y ardor de ira, para tornar la tierra en soledad, y raer de ella sus pecadores" (Isa. 13: 9).

La inmensa mayoría del mundo desechará la misericordia de Dios, y será sumida en pronta e irremisible ruina.
Pero el que presta oídos a la advertencia y "habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente". "Escudo y adarga es su verdad" (Sal. 91: 1, 4). (Foto. La ciudad de Dios desciende del cielo).

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