Pero si por el Espíritu de Dios
echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino
de Dios. Mat. 12:28
Mientras José Tomas salía del
salón donde había estado orando durante más de una hora tras una
reunión de reavivamiento, Jose preguntó:
“¿Tú eres un ministro del evangelio?” Se asombró cuando Tom Hamilton le replicó: “No Jesse, soy un abogado”. Pero Tom tiene una promesa con el Espíritu Santo había usado esa noche para tratar la victoria de Jesse.
Jesús, por medio del Espíritu Santo liberaba a los cautivos, cuando estos acudían a él en busca de ayuda. La historia de este joven, es la historia de muchos joven adolescente que viven en una gran ciudad. Me trae recuerdos de mi adolescencia.
Josse le contaba la historia a Tom mientras él me contaba la historia de que estaba poseído por Satanás y tenía posesión de drogas, andaba en peleas de pandillas (normal en Sur America) y tenia problemas con la familia.
El estaba dentro de una pandilla era un infame pandilla de moteros que estaban involucrados en rituales de espiritismo y crímenes violencia de todo tipo.
Este joven fue a la iglesia armado para matar a los pastores a quienes consideraba responsable de que su esposa hubiese dejado el hogar.
Esa noche alguien había llamado a la policía, y se habían necesitado cuatro oficiales para poder controlar al joven. Los pastores Eoin y Mitch estaban orando por Jesse, y él había encontrado ese alivio que tanto esperaba, la oraciones de los pastores sobre el derramamiento del Espíritu Santo sobre el joven dieron como resultado la victoria de este joven.
Satanás fue vencido por el Espíritu de Dios. Mientras el joven relataba su historia en la iglesia, la alfombra estaba teñida de sangre. Lloraba mientra presentaba a su hijo de 17 años, y alababa a Dios porque había encontrado la libertad en Jesús.
Satanás no quería abandonar su territorio, la victoria fue tan segura como cuando Jesús sanó a los endemoniados, según Mateo 12.
A lo largo de mi vida e visto casos muy parecidos, pero la fe de los hombres pueden abrir montañas.
Pueda ser que usted haya tenido una experiencia similar, pero si estoy seguro que has tenido experiencia en las cuales has visto el poder del Espíritu Santo.
Todos a lo largo de nuestra vida emos tenido y tenemos tentaciones, pero la promesa es segura. “No temas, yo soy contigo” (Isa- 41:10).La victoria es nuestra siempre que estemos bajo el paraguas del Espíritu Santo.
[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
“¿Tú eres un ministro del evangelio?” Se asombró cuando Tom Hamilton le replicó: “No Jesse, soy un abogado”. Pero Tom tiene una promesa con el Espíritu Santo había usado esa noche para tratar la victoria de Jesse.
Jesús, por medio del Espíritu Santo liberaba a los cautivos, cuando estos acudían a él en busca de ayuda. La historia de este joven, es la historia de muchos joven adolescente que viven en una gran ciudad. Me trae recuerdos de mi adolescencia.
Josse le contaba la historia a Tom mientras él me contaba la historia de que estaba poseído por Satanás y tenía posesión de drogas, andaba en peleas de pandillas (normal en Sur America) y tenia problemas con la familia.
El estaba dentro de una pandilla era un infame pandilla de moteros que estaban involucrados en rituales de espiritismo y crímenes violencia de todo tipo.
Este joven fue a la iglesia armado para matar a los pastores a quienes consideraba responsable de que su esposa hubiese dejado el hogar.
Esa noche alguien había llamado a la policía, y se habían necesitado cuatro oficiales para poder controlar al joven. Los pastores Eoin y Mitch estaban orando por Jesse, y él había encontrado ese alivio que tanto esperaba, la oraciones de los pastores sobre el derramamiento del Espíritu Santo sobre el joven dieron como resultado la victoria de este joven.
Satanás fue vencido por el Espíritu de Dios. Mientras el joven relataba su historia en la iglesia, la alfombra estaba teñida de sangre. Lloraba mientra presentaba a su hijo de 17 años, y alababa a Dios porque había encontrado la libertad en Jesús.
Satanás no quería abandonar su territorio, la victoria fue tan segura como cuando Jesús sanó a los endemoniados, según Mateo 12.
A lo largo de mi vida e visto casos muy parecidos, pero la fe de los hombres pueden abrir montañas.
Pueda ser que usted haya tenido una experiencia similar, pero si estoy seguro que has tenido experiencia en las cuales has visto el poder del Espíritu Santo.
Todos a lo largo de nuestra vida emos tenido y tenemos tentaciones, pero la promesa es segura. “No temas, yo soy contigo” (Isa- 41:10).La victoria es nuestra siempre que estemos bajo el paraguas del Espíritu Santo.
[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
Maranata:
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a través del tiempo y espacio.blogspot.com
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