martes, 12 de diciembre de 2017

LA LIBERTAD QUE MÁS HA COSTADO.


Decimos solamente la verdad, y de esta manera nos recomendamos a la conciencia de todos delante de Dios. 2 Corintios 4:2 (Dios habla hoy).
Quienes procedemos de familias que por varias generaciones han sido ciudadanos de los Estados Unidos, demasiado a menudo damos por descontado las maravillosas libertades garantizadas para nosotros por su constitución. 

Nuestras cunas fueron mecidas por las tatarabuelas de la Revolución Americana -cuya cunas fueron protegidas por los procedentes establecidos de las libertades civil y religiosa. 

Hemos olvidado (o quizá nunca realmente lo comprendimos) el precio de nuestra libertades nacionalmente celebradas. 

Innegablemente, hubo derramamiento de sangre y pérdidas de vidas. --Había algo igualmente costoso, algo inherente en el marco de nuestra constitución. Es lo que hace que esa nación sea singular entre todas las demás naciones. 

Em resumen, es el concepto de que la libertad de conciencia debe ser garantizada para todas las personas, aun cuando se reconozca que algunas usarán mal esa misma libertad, para coaccionar las conciencia del pueblo. Mi pregunta es muy sencilla: 

¿Daría usted, oh debe usted dar la libertad a una persona o a un pueblo si sabe que posiblemente la usaría mal? Se, que no es una pregunta fácil de responder, especialmente cuando significaría un daño potencial para las personas inocentes. 

Sin embargo, para preservar la dignidad y el valor de los individuos, es indispensable que tal libertad sea permitida. De hecho, es por esta misma razón que Dios ha escogido la libertad antes que la fuerza como el fundamento del gobierno del cielo. 

Como lo indica nuestros texto de hoy, Dios desea nuestra respuesta inteligente a la verdad y nuestra genuina lealtad a su reino. El está interesado en la calidad de nuestra conducta hacia El, no meramente de palabras, sino de hechos que ponga en relieve de que somos hijos de Dios. 

El preservara nuestra capacidad de libertad. El es nuestra fuente de vida y El se revelara a nuestra mente tal como El es. 

La decisión de escogerlo como nuestro único Dios dependerá de nuestro conocimiento y de nuestra propia libertad. Nuestro destino final es dar testimonio de que somos hijos de Dios. 

La cruz del Gólgota, es un testimonio eterno y directo al ser humano, a tal punto que Dios ha estado dispuesto a llegar a lo sumo para mantener la calidad del ser humano. 

Cuando lleguemos a comprender y a apreciarlo que costó a Dios continuara garantizado la libertad, sera cuando apreciaremos nuestra relación con El.  

[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
Maranata:
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