El les dijo: ¿Pues cómo David
en el Espíritu le llama Señor, diciendo: Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de
mis pies? Mat. 22:43-44.
Cristo presenta a los escribas y fariseos una paradoja que ellos no pueden resolver, un dilema para el cual no tenía mejor respuesta que las que habían tenido cuando en una ocasión anterior Jesús les había formulado con una pregunta difícil. (cap. 21: 25,27).
¿Quién es su Señor, su Maestro? Si David reconoce al Mesías como su “Señor”, Insinuando que el Mesías era mayor que David mismo. ¿Cómo puede el Mesías también ser hijo de David, y por lo tanto menos que David?
La respuesta es la siguiente. Jesús era Aquel que había de venir como el Mesías había existido antes de su encarnación. Como “Señor” de David, el Mesías no era otro sino el “Hijo” de Dios; “hijo de David, el Mesías era el Hijo del hombre (cap. 1:1)
Cuando Adolfo Hitler subió al poder, la gran mayoría de las iglesias lo reconocieron como el “Führer, pero Martín Niemöller, pastor evangélico dijo, mientras el Espíritu del verdadero Dios llenaba su corazón: “Herr Hiitler, usted no es mi Führer sino Dios”.
Niemöller había aprendido lo que era el trágico error del silencio contra el enemigo. “ En Alemania vinieron a prender a los comunistas, y yo no hable porque no era comunista. Luego vinieron por los Judíos, y yoi no era judío.
Luego vinieron por los católicos , y yo no hablé porque era protestante. Luego vinieron por mí, y para entonces no había quedado nadie para hablar”. Niemöller paso muchos años en campos de concentración por orden del Führer.
Una de las últimas ordenes de Hitler fue la de que se ejecutarse a este fiel pastor que proclamó en el Espíritu, como lo hizo David, el señorío de Jesucristo y el derecho de la iglesia de estar separada del control del Estado. Afortunadamente, Niemöller fue liberado por los aliados antes de que se llevara la ejecución.
Su compatriotas murieron en favor de Cristo. Muchos cristianos sinceros murieron ejecutados por defender la ley de Dios (El costo del discipulado). Cuando nos demande radon de nuestra fe, debemos ser fieles a Cristo, y demostrar que sólo a El serviremos.
Dios ama a sus hijos que les son fieles en cualquier circunstancia, sea para vida o para muerte.
Muchos cristianos dejaron sus vidas en las hogueras, en las cárceles más sombrías de la tierra.
Pero en todas ellas estaban iluminadas por la luz del cielo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a la iglesia. El que venciere, no recibirá daño de la muerte segunda. Amen.
[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
Maranata:
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