Y pondré mi Espíritu en
vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y
sabréis que yo Jehová hablé, y yo lo hice, dice Jehová. Ezeq.
37:14.
En cierta ocasión escuché a un
predicador joven dar una nueva perspectiva muy moderna pero muy
significativa de esta profecía.
“El valle de los muertos” En su teoría sobre este pasaje el explicaba que representaba a la iglesia del último día.
“El valle de los muertos” En su teoría sobre este pasaje el explicaba que representaba a la iglesia del último día.
En parte su teoría tiene sentido.
Este pasaje representa a la iglesia. Sin el Espíritu Santo, esta se encuentra sin vida, con las personas de la iglesia muerta en delitos y pecados.
Una iglesia puede presentar todas las doctrinas y enseñanza de una iglesia, mientra los miembros de la iglesia oyen la 'palabra de Jehová' (Eze. 37:4), pero esto no es suficiente para producir la vida tan necesaria.
“Los huesos se sacuden junto y están cubiertos de carne. Pero no tienen vida.
No vale tener la mejor organización, ni las grandes ceremonias, ni los reglamentos y el institucionalismo -no importa cuán exitosos parezcan ser -no pueden abrir las tumbas (ver. 12).
La iglesia se puede levantarse como un ejercito poderoso (ver 10) y avanzar con el poder conquistador, pero amenos que no haya un sincero arrepentimiento y abandono de nuestros delitos y pecados; el Espíritu de Dios no llenara nuestras vidas.
Sólo cuando Jesús por medio del Espíritu Santo llene cada vida, entonces y sólo en toces podrá los huesos tener el Espíritu que da vida y vida eterna.
Cierto es, que esta profecía se refiere al Israel de antaño, cuando estaban en el exilio en la ciudad de Babilonia por causa de sus pecados y su orgullo nacional.
Dios quería traerlos devuelta a Israel, donde un remanente podría vivir y dar gloria a Dios.
La historia se vuelve a repetir, con el Israel espiritual, aquellos que guardan los mandamientos de Dios.
Pero el problema se vuelve a repetir, el pueblo se esta volviendo a las hoyas de Egipto, o a la indiferencia de Israel de antaño. Una persona en estado mortuorio generalmente no es consciente de lo que ha ocurrido porque los muertos nada saben (Ecl. 9:5).
Pero en su amor y misericordia, Dios está guiando constantemente a su pueblo a lugares donde pueden estar expuesto al ministerio de la oración, y al reavivamiento y a una nueva experiencia con el.
Podemos ver los cambios cuando el Espíritu da vida a los huesos, porque solo hacemos las cosas que el Espíritu nos dice.
Es necesario que tengamos un genuino reavivamiento, para que podamos volver a nuestra tierra de Israel.
En aquel día, nos levantaremos de la tumba. Daremos gloria a Dios El cual redimió a Israel dando su vida por su pueblo. Amen.
[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
Este pasaje representa a la iglesia. Sin el Espíritu Santo, esta se encuentra sin vida, con las personas de la iglesia muerta en delitos y pecados.
Una iglesia puede presentar todas las doctrinas y enseñanza de una iglesia, mientra los miembros de la iglesia oyen la 'palabra de Jehová' (Eze. 37:4), pero esto no es suficiente para producir la vida tan necesaria.
“Los huesos se sacuden junto y están cubiertos de carne. Pero no tienen vida.
No vale tener la mejor organización, ni las grandes ceremonias, ni los reglamentos y el institucionalismo -no importa cuán exitosos parezcan ser -no pueden abrir las tumbas (ver. 12).
La iglesia se puede levantarse como un ejercito poderoso (ver 10) y avanzar con el poder conquistador, pero amenos que no haya un sincero arrepentimiento y abandono de nuestros delitos y pecados; el Espíritu de Dios no llenara nuestras vidas.
Sólo cuando Jesús por medio del Espíritu Santo llene cada vida, entonces y sólo en toces podrá los huesos tener el Espíritu que da vida y vida eterna.
Cierto es, que esta profecía se refiere al Israel de antaño, cuando estaban en el exilio en la ciudad de Babilonia por causa de sus pecados y su orgullo nacional.
Dios quería traerlos devuelta a Israel, donde un remanente podría vivir y dar gloria a Dios.
La historia se vuelve a repetir, con el Israel espiritual, aquellos que guardan los mandamientos de Dios.
Pero el problema se vuelve a repetir, el pueblo se esta volviendo a las hoyas de Egipto, o a la indiferencia de Israel de antaño. Una persona en estado mortuorio generalmente no es consciente de lo que ha ocurrido porque los muertos nada saben (Ecl. 9:5).
Pero en su amor y misericordia, Dios está guiando constantemente a su pueblo a lugares donde pueden estar expuesto al ministerio de la oración, y al reavivamiento y a una nueva experiencia con el.
Podemos ver los cambios cuando el Espíritu da vida a los huesos, porque solo hacemos las cosas que el Espíritu nos dice.
Es necesario que tengamos un genuino reavivamiento, para que podamos volver a nuestra tierra de Israel.
En aquel día, nos levantaremos de la tumba. Daremos gloria a Dios El cual redimió a Israel dando su vida por su pueblo. Amen.
[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
Maranata:
http://degunda
venida apocaliptica.blogspot.com
http://Viajes
a través del tiempo y espacio.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario