Yo a la verdad os bautizo en agua
para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no
soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en
Espíritu Santo y fuego. Mat. 3:11.
Se siente la tentación de pensar
que el fuego se refiere a las lenguas en Pentecostés o al entusiasmo
que el Espíritu produce en aquellos a quienes llenan.
Parece, sin
embargo, que el fuego que acompaña a la recepción del Espíritu
Santo simboliza el efecto purificador y refinador del sufrimiento y
las dificultades de la vida del creyente. Sé que esto no impresiona
como buenas nuevas, pero es una realidad de la vida espiritual.
Cuando el Espíritu Santo obra poderosamente en nuestra vida, la
“paja” del egoísmo y el pecado pueden quemarse (Mat. 3:12). Por
favor, recuerde que esta experiencia no es la base de su salvación
sino el fruto que lo capacita para reflejar el carácter de Jesús.
En una reunión de reavivamiento n la iglesia se cantaba el hermoso
canto “Canto de la viña” en el cual ella le decía al Refinador
divino que el solo deseo de su corazón era la santidad.
Cuando lo
cantaba, recordé un libro de Janet, esta dirigente de un grupo de
oración me había regalado este libro unos pocos meses antes (Oro
probado en el fuego).
Este libro me había ayudado a comprender la gran obra del espíritu Santo durante el fuego de la aflicción es lo que ayuda a producir el verdadero carácter del cristiano. (1º Ped. 1:7; Apoc. 3:189.
Este libro me había ayudado a comprender la gran obra del espíritu Santo durante el fuego de la aflicción es lo que ayuda a producir el verdadero carácter del cristiano. (1º Ped. 1:7; Apoc. 3:189.
Si usted es como yo querrá escapar del fuego, pero
pasar por él ahora como una persona salvada y con el poder del
Espíritu Santo significa escapar de los fuegos finales que no
refinan sino que destruyen (Apoc. 20:9).
La venida del Espíritu
Santo no es neutral, sino que a menudo causa fieros conflictos al
despertar la oposición del enemigo.
Jesús dijo que había venido para enviar fuego sobre la tierra, y en su bautismo de fuego en la cruz,
Jesús fue inmerso en el sufrimiento causado por un mundo pecador y rebelde (Luc. 12:49-50).
Jesús dijo que había venido para enviar fuego sobre la tierra, y en su bautismo de fuego en la cruz,
Jesús fue inmerso en el sufrimiento causado por un mundo pecador y rebelde (Luc. 12:49-50).
Recuerde, sin embargo, que cuando usted es bautizado con el Espíritu Santo y con fuego, usted tiene, mediante Jesús, la capacidad de sobrevivir que tuvieron los tres hebreos en el horno ardiente de Babilonia.
[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
Maranata:
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