EL BUEN ESPÍRITU.

Y enviaste tu buen Espíritu para enseñarles, y no retiraste tu maná de su boca, y agua les diste para su sed. Nehemías 9:20.

En medio de un reavivamiento la gente a menudo reconoce el carácter del Espíritu Santo. El “buen Espíritu de Dios también se menciona en Sal.143:10 y el hecho de que Dios instruya y enseñe a los hombres, en sal. 32:8. 

“Te aré entender, y te enseñare el camino en que debes andar, Sobre ti fijaré mis ojos”. ¿Le gustaría a usted levantarse por la mañana y bendecir a Jehová Dios de Israel? (Neh. 9:5) Cuando uno escoge por la maña alabar el nombre de Dios, se experimenta un poder inmenso de gratitud a nuestro Dios. 

Y al mismo tiempo es una manifestación del Espíritu Santo en un reavivamiento continuo y poniéndose su merced de hacer su voluntad en ese día. Se nos dice en Neh. 8:10 que el gozo de Jehová es nuestra fortaleza. 

Si repasamos las aciones de Dios a través de su pueblo, reconocemos que el Espíritu de Dios es bueno. Es el Espíritu de amor, de aceptación y de perdón. Corrie ten Boom a menudo reflexionó en los herrores del campo de concentración de mujeres de Revensbruck. 

¿Había y comprensión y amor y aceptación y perdón que era difícil encontrar en el corazón la actitud cristiana correcta hacia los nazis que pudiese revelar la bondad del Espíritu en un campamento de horror donde murieron más de 95.000 mujeres? 

¿Como podía ella olvidar jamás la horrible crueldad de sus opresores, y el humo que salia de la chimenea del crematorio? En 1947 sucedió algo grande en la iglesia de Munich, al terminar la reunión vio a uno de los más crueles guardianes de Revensbruck que se adelantaba para hablar con ella. 

El hombre tenía sus manos extendidas. “Ahora soy un cristiano -explicó--. Sé que Dios me ha perdonado por las cosas crueles que hice, pero quisiera oírlo de sus labios. Señora, ¿podría perdonarme? “No olvidemos que Pablo fue culpable de la muerte de Esteban” Un conflicto interno hubo en el corazón de Corrie. 

El buen Espíritu de Dios la urgía a perdonar. El Espíritu de amargura y frialdad la instaba a rechazar el perdón. En su interior ella clamaba: ¡Señor Jesús ayúdame. Puedo levantar mi mano, no más que eso! 

Sus manos se encontraron, y una corriente de santidad se juntaron con lagrimas de gozo. Una voz firme se oyó. 

“Le perdono, hermano, con todo mi corazón” ¿Usted aria eso? Ella más tarde comento, que “fue el poder del Espíritu Santo” el que había derramado el amor de Dios en su corazón ese día. 

El Espíritu de Dios es derramado constante mente para que podamos perdonar. Nueva mente el “buen Espíritu” había triunfado (Les invito a leer las paginas del libro P.P p. 56-57) El perdón es la base del amor de Dios.
[Os pido que oréis por mi. 
Tegon una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga].

Maranata:

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