miércoles, 7 de octubre de 2015

EL HOMBRE TIENE ACCESO AL PADRE


De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidieres al Padre en mi nombre, os lo dará. Juan 16:23.
Cristo nos esta diciendo que ha llegado la hora, el día previsto para que el Espíritu Santo nos explicaría todo y que no era necesario hacer preguntas, pues el Espíritu nos enseñaría a través de las edades las cosas de Dios. 

(cap. 14:24). Es el Espíritu que ilumina la mente del hombre cuando le busca con sinceridad.
Existen sinceros creyentes que oran a Dios, no importa cual sea su raza, su credo, o sus ideas. El único requisito para Dios es la sinceridad, sin dobles motivos o ideas preconcebidas. Para todos estos hombres y mujeres que son sinceros y que se allegan a Dios, tienen que ser a través de Cristo Jesús. 

Esta es la única condición. El ha tendido un puente sobre el abismo creado por el pecado. Mediante un sacrificio expiatorio unió así mismo al Padre con los creyentes que creen en él.
Es el único nombre debajo del cielo por el cual podamos ser salvos. . . 

No debemos sentirnos tan abrumados por el pensamiento de nuestros pecados y errores que dejamos de orar.
Algunos se dan cuenta de su gran debilidad y de su pecado, lo ven tan enorme que se debilita su alma y se desaniman. Satanás echa sus oscuras sombras entre ellos y el Señor Jesús: su sacrificio expiatorio queda anulado. 

Ellos dicen: Es inútil que yo (tu) ores. Piensas. Mi oraciones están mezcladas con mis malos pensamientos que Dios no los oirá. Eso es cierto y negarlo sería mentir. 

Pero Cuando la persona va a su pieza, cuarto, y se pone de rodillas, guarda unos minutos de silencio y escucha el latido de su corazón, entenderá que Dios esta llamando a su puerta. 

Estas sugestiones esta echas por Satanás y no hay que escucharlas. Voy a parafrasear el testo bíblico. Dios nos dice: Venid luego o tengas miedo Yo soy tu Dios Jehová, y estemos juntos, miraremos cual es el problema de tus pecados. 

Si tus pecados fueran como los granos de la grana, yo los are como copos de nieve serán tan blancos que tu te asombras; Si tus pecados fueran rojos como el carmesí, Yo los emblanqueceré y sera más blanco que la lana. (Isa. 1:18). 

El Señor desea que mejoremos en la oración y que ofrezcamos nuestros sacrificios espirituales con fe y poder acrecentados en su infinito amor. El ha dado su propio Hijo para nuestra redención. . . 

[quien] presenta en nuestro favor delante del PADRE LAS ENSEÑAS DE LA CRUCIFIXIÓN QUE LLEVARA POR TODA ETERNIDAD. (Manuscrito 91-1901).
Maranata
Gracias por sus oraciones por mi amada esposa. Esta mejor.
Luis José de Madariaga.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http:// segunda venida apocalípticaMaranata
La Biblia a través del tiempo.

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