Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi padre que está en los cielos.
Porque donde están dos o tres consagrados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18: 19,20.
En su oración intercesora en la noche cuando fue entregado Jesús hizo hincapié repetidas veces en la importancia de la oración unida de parte de los miembros de la iglesia. (Juan 17:11,21-23).
El Señor ha prometido solemnemente que donde hay dos o tres reunidos en su nombre , allí estará él en su medio.Una idea muy similar aparece en la Mishnah y dcde: “si dos se sentare juntos y las palabra de la ley [son habladas] entre ellos, la Presencia Divina descansa entre ellos” (Aboth 3.2)
¿Cuál es el objeto que se tiene al reunirse? ¿Es para informar a Dios, instruirle, diciéndole en oración todo lo que sabemos?
Nos reunimos para edificarnos unos a otros mediante el intercambio de pensamientos y sentimientos, para obtener fuerza, luz y valor al conocer mejor nuestra esperanza y aspiraciones mutuas; y al elevar con fe nuestras oraciones fervientes y sentidas, recibimos refrigerio y vigor de la Fuente de nuestra fuerza.
En nuestra iglesia de Zaragoza, tenemos un grupo de oración, que después del culto, nos reunimos para orar por los problemas del grupo y por la iglesia. Y se nota la intercesión de cristo, y nuestra oraciones son contestadas.
No todos tienen en su vida la misma experiencia religiosa. Pero si se reúnen los que han pasado por diversas pruebas, pueden contar su experiencia y como Dios a aliviado su dolor. Esto se debería hacer en todas las iglesias cristianas. Todos los que prosiguen adelante en la carrera cristiana, deben tener y tendrán una experiencia viva, con Cristo.
Una experiencia viva se compone de pruebas diarias, conflictos y tentaciones, arduos esfuerzos y victorias que conlleva a tener paz y gozo mediante Jesucristo.
Una experiencia vivida dará fuerzas y conocimiento del amor de Dios a otras personas. (ver JT. 271-272).
Debemos educar nuestra mente para amar la Biblia. Debemos hacer reuniones de oración, bien en casa o en la iglesia, y amar la hora de meditación, y sobre todo, la hora en la cual el alma comulga con Dios. (Id. p. 243).
Luis
José de Madariaga.
Maranata
Luis
José de Madariaga.
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
ttp://
segunda venida apocalíptica.
La
Biblia a través del tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario