Existe un proverbio chino que dice:”Los grandes hombres nunca se siente grandes; los hombre pequeños nunca se siente pequeños”. Todo esto refrán es depende del ojo cómo lo mire uno.
Agripa sin duda había oído acerca de Pablo, y sentía curiosidad por él y por sus enseñanzas. Este hecho se puede compara con Lucas 23:8; que era el abuelo de de Agripa. , Herodes Antipas, de ver a Jesus.
La palabra de Dios nos dice: que Herodes estaba bebiendo en adulterio (hoy es dos jóvenes que viven sin casarse, y forma pareja de hecho; pero viven en adulterio conforme a la ley de Dios).
Herodes aproximadamente hacía un año que había decapitado a Juan el Bautista (Mar 6:1. 29). y por su conciencia seguía remordiéndole.
Al principio había sentido temor de que Jesús fuera Juan el Bautista, que había resucitado de entre los muertos Mar.6:14, 16).Y por algún tiempo Herodes había anhelado intensamente entrevistarse con Jesús (Luc. 3:1). Agripa para impresionar a la multitud y a Cristo y a Festo y para intimidar a Pablo.
Esta fue la primera oportunidad que Pablo tuvo que dar muestra de su fe delante de los reyes y magistrados y comandantes.
Esto me recuerda a lo que le paso a Wiclef: Veía que Roma había abandonado la Palabra de Dios cambiándola por las tradiciones humanas; acusaba desembozadamente al clero de haber desterrado las Sagradas Escrituras y exigía que la Biblia fuese restituida al pueblo y que se estableciera de nuevo su autoridad dentro de la iglesia.
Los caudillos papales se llenaron de ira al observar que el reformador estaba adquiriendo un influencia superior a la de ellos. Es curioso cómo la historia da testimonio de los errores de los hombre.
Gregorio XI, el pontífice que había decretado la muerte de Wiclef en 1377. fallecía y estaba en una losa fría. (CS. p. 89-91).
Agripa con toda su pompa y majestad, y el tribuno Lisas convoco a todos los oficiales de la guarnición, en aquella época fue Tribuno Romano y salvo a Pablo de una turba judía, pero lo mando azotar, siendo Pablo ciudadano romano. Pablo apelo al Cesar como legitimo romano.
En aquel día muchos hijos de Dios apelaran al juez justo, por las abominaciones y muerte de sus santos. Tanto como Juan el Bautista, como Jesús, Pedro, Pablo, Wiclef y tantos que an muerto por causa de Crispo, pedirán al Juez Justo que les haga justicia por su muerte. Sal. 37:28; Gal 6:7
MARANATA.
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