Pues no nos ha llamado Dios a
inmundicia, sino a santificación. Así que , el de desecha esto, no
desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu
Santo. 1º Tesalonicenses 4:7-8
Pablo comienza la segunda
exposición a los cristianos de los
Tesalonicenses y por ende a los
cristianos de hoy en día. El llamado es asalir de los inmundo o de
las impureza.
Dios nos llama con una razón convincente para apartarnos de las impurezas de la vida (cf. 1º Cor. 6:18-20; 1º Ped. 1:14-16).
Dios nos llama con una razón convincente para apartarnos de las impurezas de la vida (cf. 1º Cor. 6:18-20; 1º Ped. 1:14-16).
Dios nos ha llamo de la impurezas del mundo a una
santidad, para que sus hijos vivan en una atmósfera de santidad
(Heb.12:14). La santidad debería de caracterizar todo acto de la
vida cristiana.
Dios nos ha llamado para dar un ejemplo a un mundo de
pecado y de maldad. Es útil recibir instrucciones. Es aun más útil
recibir el poder para cumplirlas.
Vivimos en un mundo que nos
bombardean con centenares de instrucciones cada día, bien por la TV.
O por la radio, pero no discutimos como se puede llevar todo esa
información a cabo. “Sólo se nos indica que lo hagamos”.
Esto
nos puede llevar rápidamente a tomar una actitud de derrota.
No puedo hacer todo lo que se dice por la TV o por la radio, decimos estos convencidos de que es imposible hacerlo, pues nos llevaría a una derrota.
No puedo hacer todo lo que se dice por la TV o por la radio, decimos estos convencidos de que es imposible hacerlo, pues nos llevaría a una derrota.
Contrariamente a la opinión popular, Dios no hace
muchas demandas a sus hijos. Dios no esta mandando todo el día sino
que por lo general nos concede mucha libertad en sus vidas. Las
instrucciones que nos da nuestro Dios, están siempre vinculadas con
el poder del Espíritu Santo.
Todo lo que Dios les pide a sus hijos
es que hagan es un esfuerzo para ver al Espíritu Santo en acción en
nuestras vidas. “Todos sus mandatos son habilitaciones”. El que
esta rechazando el consejo de Dios, severa en cierto momento de la
vida apartado de Dios.
El poder del Espíritu Santo nos muestra la
forma en que Dios ha dispuesto para que su pueblo sea victorioso
sobre toda clase de pecados.
El señor no sólo ha llamado a sus
hijos a la santidad y ha dado claras órdenes contra las impurezas,
sino que ha proporcionado el poder por el cual pueden alcanzar la
elevada norma divina.
La oración meditación y la lectura,
combinadas con el poder del Espíritu Santo es el antídoto contra
las impurezas del pecado.
En este estado de cosas estamos todos, pero todos podemos llegar con el poder del Espíritu Santo a la perfección en Cristo.
En este estado de cosas estamos todos, pero todos podemos llegar con el poder del Espíritu Santo a la perfección en Cristo.
El cristiano es así fortalecido, y puede superar todos
los obstáculos en su propósito de lograr un carácter semejante al
de su Maestro (Efe. 3:16-19; Fil. 4:13; Col. 1:11).
“Digo como Pablo: os tengo en mis oraciones cada día, y os ruego que me tengáis presente en vuestras oraciones, ya que este ministerio es de Dios y no de hombre.
“Digo como Pablo: os tengo en mis oraciones cada día, y os ruego que me tengáis presente en vuestras oraciones, ya que este ministerio es de Dios y no de hombre.
MARANATA.
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tiempo y del espacio
NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores
de este blog. Hace tiempo que parezco de un problema de salud, que
abecés me impide desarrollar este ministerio. En otras ocasiones les
pedí que orase por mi, y sus oraciones fueron contestadas, pues
recupere la salud. Hoy les insto a que oren por mi, para que me
recupere de esta dolencia que arrastro barios meses. Se que vuestras
oraciones llegaran al trono de la gracia y si es la voluntad de Dios
me pondré bien. Las oraciones del justo llegan al trono de la
gracia. El Señor nos dice: Orar los unos por los otros para que
Vuestro Padre sea glorificado. Que Dios os bendiga y que su paz sea
sobre ustedes. Sal. 62: 7
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