Por tanto, si traes tu ofrenda al
altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda reconcíliate primero
con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Mat. 5:23-24
Las ofrendas que se hacen a Dios
por voluntad propia, son sagradas y no se ha de tomar a la ligera. Con
frecuencia prometemos cosas que después no cumplimos.
El el Antiguo
Israel este concepto lo tenían muy claro, se ofrecía una ofrende a
Dios, sea esta grande o pequeña, como la viuda que sólo dio lo
único que tenía.
El problema estaba si tu tenías algo pendiente,
bien sea con la familia o amigos, incluso con tus hermanos de la
iglesia.
Cristo aclaro este concepto, de que todos somos hermanos, sea creyentes o no.
Cristo aclaro este concepto, de que todos somos hermanos, sea creyentes o no.
En cierta ocasión vi un detalle que me lleno de
ternura. Una niña de cinco años estaba jugando con sus amigas,
cuando una de ellas le pego.
La niña ofendida, se dirigió a la otra niña y lepidio perdón y le dijo en que le había ofendido.
La niña ofendida, se dirigió a la otra niña y lepidio perdón y le dijo en que le había ofendido.
Esta
niña se marcho al lado de su madre, sin dar explicación. Media hora
después Estaban las dos jugando como si no hubieses pasado nada.
Fue
una lección que no se me olvidara nunca. Una de las grandes verdades
de la historia de la salvación es que Dios ha recorrido una
distancia muy grande para llevarnos de nuevo al hogar.
El dador de
la vida tuvo que recorer un camino de dolor y lagrimas para
reconciliarnos como hijos descarriados de nuestro Padre. El fue el
ofendido, Y envio a su Hijo en forma humana para declararnos el amor
del Padre, y que la guerra había finalizado, y que las hostilidades
que sentíamos hacía El, y percibimos de El, podían ser puestas a
un lado.
Todo creyente puede ver en la cruz, la profundidad del amor
divino y la escrupulosidad con la que Dios trató el pecado. A
Abraham y más tarde en el Sinaí Dios les presento gráficamente a
través del Santuario y la Cruz levantada en el desierto, como iba de
morir el Mesías por la raza caída.
El deseo de Dios acercar la
realidades espirituales al pueblo, ya que ellos debían participar en
los sacrificios llevados al altar.
Cuando ellos observaran la sangre inocente derramada a causa de sus pecados, dirigirían sus miradas y su mente hacia el gran acto de reconciliación de Cristo en la cruz.
Cuando ellos observaran la sangre inocente derramada a causa de sus pecados, dirigirían sus miradas y su mente hacia el gran acto de reconciliación de Cristo en la cruz.
Desafortunadamente, muchas gentes no captó, el mensaje de los
sacrificios. El Espíritu Santo hizo todo lo posible para hacerles
comprender el mensaje.
Jesús extendió su pensamiento más allá del ritual; El lo llevó a su vida real.
Jesús extendió su pensamiento más allá del ritual; El lo llevó a su vida real.
El dijo, en esencia: “No
vengas a celebrar el acto de reconciliación de Dios hasta que el
sacrificio de la reconciliación haya tocado tu corazón. Cuando cada
uno de nosotros comprendamos el significado de estas palabras,
podemos ir al Padre.
MARANATA.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda
venida apocalíptica
http://viajes a través del
tiempo y del espacio
NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores
de este blog. Hace tiempo que parezco de un problema de salud, que
abecés me impide desarrollar este ministerio. En otras ocasiones les
pedí que orase por mi, y sus oraciones fueron contestadas, pues
recupere la salud. Hoy les insto a que oren por mi, para que me
recupere de esta dolencia que arrastro barios meses. Se que vuestras
oraciones llegaran al trono de la gracia y si es la voluntad de Dios
me pondré bien. Las oraciones del justo llegan al trono de la
gracia. El Señor nos dice: Orar los unos por los otros para que
Vuestro Padre sea glorificado. Que Dios os bendiga y que su paz sea
sobre ustedes. Sal. 62: 7
No hay comentarios:
Publicar un comentario