VAMOS POR EL CAMINO DE DIOS O POR EL NUESTRO.

Muéstrame, oh Jehová tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tu eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día. Sal. 25:4, 5.
Como nos falta percepción espiritual, necesitamos que la luz de Dios se proyecte sobre nuestros caminos. Moisés oró por esa luz y dijo: Ahora, pues, si he hallado gracias en tus ojos, ruégote que me muestres ahora tu camino. . .(Exo 33:13). 

Y el el salmista reconoce su necesidad de ella. (Sal. 27:11; 86:11; 119:33). David lo expresa magníficamente “Divina luz” H. Adv. 422. ¡Cuantos cristianos necesitamos ansiosamente conocer los caminos de Dios! 
“Pero son tan pocos que reconocen su necesidad. Muchos han errado ha sido o hemos sido descuidados en seguir las ideas de Dios y hemos preferido seguir las nuestras. 

Cristo mismo declaró: “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre” (Juan.5:19).

Tan plenamente se despojo de sí mismo, que no hacía de por sí ningún proyecto o plan. 

Vivía aceptando los planes de Dios para él, y el Padre le revelaba sus planes día tras día. Si Jesús dependió tan plenamente que declaro: “Todo lo que veo hacer del Padre, eso hago”,

 ¡cuánto más deberíamos nosotros depender de Dios en cuanto a la instrucción constante para que nuestras vidas pudiera ser simplemente la realización de los planes de Dios! Oh si los hijos de Dios sujetos a equivocaciones se contentara en buscar sabiduría de Dios. 

El orgullo, la suficiencia propia deben ser crucificados y el vació debe ser llenado con el Espíritu Santo y el poder de Dios. . . ¿Siguió Jesucristo, la Majestad de los cielos, su propio camino? Cuando oramos para comprender los caminos de Dios, de hecho estamos pidiendo la comprensión de sus propósitos para poder gobernar con sabiduría nuestra conducta. 

Cuando llegamos a comprender cuánto pesan nuestros pecados, podemos confiar en la extensión del amor de Dios según lo expresa esta palabras: “Piedad”, “misericordia”, “bondad”, “amor”. 

Cuando pensemos en esto, deberíamos de dejar de Orar y reflexionar en el carácter de Dios y el trato que tiene con sus hijos. Dios es bueno y recto; por lo tanto, reprende, castiga y conduce a sus hijos para llevarlos por el buen camino como lo hace un buen maestro y Padre.

La reflexión es la bondad de Dios con su pueblo, y él perdona todas nuestra maldades. Dios nos escucha y esta atento a nuestro clamor, Dios es amor y el amor es paciente sufrido. Los hijos de Dios deberíamos de reflexionar en esto, en la gran misericordia de Dios.

Maranata

Luis José de Madariaga.

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Ruego a los internautas cristianos que oren por mi amada esposa, esta enferma. Gracias a todos.