Dame hijo mió,
tu corazón y miren tus ojos mis caminos.
Prov. 23:26.
El solido fundamento
sobre el cual está basada toda genuina educación es una completa
conversión y una total entrega de la vida a la voluntad y los
caminos del Señor. La educación, pg. 27,
se equiparan la
redención y la verdadera educación.
“En el sentido más
elevado, la obra de la educación y la de la redención son una”.
No hay verdadera educación sin redención.
Otro párrafo
interesante del mismo libro es el siguiente: “La obra de la
redención debía restaurar en el hombre la imagen de su Hacedor,
hacerlo volver a la perfección con que habían sido creado, promover
el desarrollo del cuerpo, la mente y alma, a fin de que se llevase a
cabo el propósito divino de su creación.
Este es el objetivo
de la educación, el gran objetivo de la vida” pg. 13. Hay un
ejemplo vivo en el ministerio de Jesús. Judas era el más educado de
los doce apóstoles. “Parecía un hombre respetable, de agudo
discernimiento y habilidad administrativa” (D.T.G. 260).
Aun así, el
objetivo que motivó a Judas a unirse a la escuela de Cristo
consistía en capacitarse para ser un dirigente de multitudes y
llevar la administración.
La pregunta que nos podemos plantear es: ¿Como eran sus padres? ¿Qué educación recibió Judas?
La pregunta que nos podemos plantear es: ¿Como eran sus padres? ¿Qué educación recibió Judas?
Sabemos que la base
de una buena educación empieza en la familia, depende que fundamento
tenga la familia así serán los hijos, y por ende la sociedad ya que
esta se basa en la familia.
Hoy en día algunos
jóvenes tienen los mismos intereses al tratar de lograr una buena
educación.
Hay quienes estudian
motivados solamente por el deseo de absorber la mayor cantidad
posible de conocimiento: Estos son los que aprenden y aprenden y
almacena conocimiento, pero que nunca aplican las ventajas que les
otorga la preparación adquirida.
Su mente se asemeja
al Mar Muerto, pues está llena de valiosos elementos materiales que
no sirven para nada. Un rasgo muy peculiar del intelecto pecaminoso
en su obsesión por el conocimiento, que se traduce por una
insaciable curiosidad por conocerlo todo menos a nuestro Señor
Jesucristo.
El resultado de esto
es un inevitable debilitamiento de las facultades intelectuales. Para
el mundo serán hombres de ciencia, pero ellos perderán el verdadero
conocimiento de la salvación que es en Cristo Jesús.
El móvil de los que
se esfuerzan por obtener una verdadera educación es noble.
En primer lugar, procuran conocer más acerca del carácter de Cristo y oran fervientemente por ser como él.
En primer lugar, procuran conocer más acerca del carácter de Cristo y oran fervientemente por ser como él.
En segundo lugar,
hacen todo lo posible por usar sus talentos perfeccionados en
beneficio de sus semejantes, ¡Qué hermoso motivo! De esta manera
una persona no se honra a sí misma sino a Cristo.
Maranata
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La
Biblia a través del tiempo
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venida apocalíptica
Desde
el día 5 este blog no se emitirá hasta Dios mediante día 27 de
Agosto.
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