lunes, 5 de mayo de 2014

LA AMISTAD CON DIOS ES LO PRIMERO

Amístate ahora con él (Dios) y tendrás paz, y por ello te vendrá bien. Toma ahora la ley de su boca, pon sus palabras en tu corazón. (Job.22:21,22.).

Es aquí donde comienza la exhortación de Elifaz a su amigo Job, para que modifique su conducta, pues da por sentado que es pecador, totalmente apartado de Dios.  L exhortación es hermosa, pero esta lejos de la realidad y mal aplicada.

El ser humano tiene la tendencia a dar consejos a los demás, sin saber que esta ocurriendo realmente en la persona que recibe el consejo.  La peor batalla del ser humano, es la batalla interna contra el pecado y sus consecuencias.  Es por esta razón que Pablo nos da la respuesta exacta. Justificados pues por la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.

¿Quien no busca a Dios en un terrible momento de crisis?  No obstante, ese conocimiento instintivo no basta para alcanzar la salvación.  No garantiza el perdón de la vida pasada ni ofrece poder alguno para vivir la presente.  
El objetivo supremo de nuestra vida debería ser conocer a Cristo.  Hemos sido creados para estar íntimamente asociados con Dios.  Y lo que valemos depende de la medida en que lo conocemos.

"El valor del hombre se estima en el cielo de acuerdo con la capacidad que el corazón tiene de conocer  a Dios" (P.V.G. p.289). 

Pero, los consejos son buenos cuando sabemos realmente el problema de la persona, pero es la persona la que tiene la última palabra. Me gusta una frase que leí en un libro: La única defensa contra el mal consiste en que Cristo more en el corazón por la fe en su justicia. A menos que estemos vitalmente relacionados con Dios, no podremos resistir los defectos profanos del amor propio, de la complacecia propia y de la tentación a pecar.(E.V.D; DTG; 65; 291).

 Si queremos conocerlo más que intuitivamente debemos estudiar su revelación.  Sin embargo, las Escrituras no presenta textos colocados en orden lógico que prueben la existencia de Dios. ¡Simplemente afirman que él es! Y en torno a esas afirmaciones hay centenares de relatos y ilustraciones que dan testimonio inequívoco de su existencia y de su amor infinito.

"Su propia existencia y su carácter, la verdad de su Palabra, son corroborados por un testimonio que toca nuestro corazón, y ese testimonio es abundante. (La educación. p.165).

Es por eso que Pablo nos habla del amor, y del perdón en sus epístolas.
Es la escalera que nos une con nuestro Creador, solo falta tu decisión para tener esa amistad con tu Creador.
Maranata.

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