martes, 22 de febrero de 2011

UNA NUEVA CREACIÓN.

CREA EN MÍ OH DIOS, UN CORAZÓN LIMPIO, Y RENUEVA UN ESPÍRITU RECTO DENTRO DE MÍ (Sal. 51:10.

Sea una oración a Dios: conviérteme en lo más íntimo. Suplíquele a Dios que le de el poder tran
sformado de su gracia. Aférrese a su salvador como lo hizo Jacob, hasta que Dios no sólo le revele lo que Ud. es, sino que se revele a sí mismo a Ud. Vea en Jesús una fuerza y sostén, brillo y poder que Ud, nunca antes advirtió ni comprendió.

La salvación de su alma está en gran peligro, y ahora le ruego, no engañe a su propia alma. Si su fe se aferra perseverantemente de las promesas, Ud. prevalecerá. Esa es la victoria que vence al mundo, nuestra fe.


Mientras Ud. sea leal a sí mismo, ningún poder adverso de la tierra ni del infierno podrá destruir su paz ni interrumpir su comunión con Dios. Si Ud. teme a Dios, no necesita caminar con incertidumbre. Si Ud. agrada a Dios, con seguridad recibirá todo lo que necesita su alma.

El lenguaje de un cristiano eminente fue: "No hay nada en el universo que yo no tema, sino que no sepa todo mi deber, o que fracase en cumplirlo". . . Defienda a Jesús aunque le requiera cualquier sacrificio o desprendimiento. Defienda a Jesús; en cualquier lugar, en cualquier lugar defienda a Jesús.

Haga toda su obra como si pudiera ver a través del velo y los ojos de Dios estuvieran dirigidos plenamente sobre Ud., captando cada acción. El ha comprado ha Ud. con su propia sangre y cuando Ud. necesite ayuda demándela de él y la tendrá. Entonces es cuando Jesús lo defenderá a Ud.

Su corta e incierta vida sea una preparación continua para la vida futura e inmortal. Se permite que la tentación nos sobrevenga para descubrir el carácter que poseemos y para mejorar nuestros defectos. . . Haga depender su alma impotente de Dios. Siga la luz que le es dada del cielo. (Carta 42, 1879).

W,G.

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