Esforzaos y cobrar ánimo; no temáis. . . que Jehová tu Dios es el que va contigo: no te dejará. Ni te desamparará. Deut. 31:6
Una de las cosas que más me deja atónito es la poca fe de Israel. Durante 40 años moisés los condujo hacia la tierra prometida, y no entro por causa de ellos.
La incredulidad y la falta de fe, Israel vago por el desierto de Arabia. Una de las cosas que Moisés exhorto al pueblo para que la pudiesen en practica fue la fe en su Dios.
No es el plan de Dios obligar al hombre a que abandono se incredulidad, Dios no obliga, sino quiere que el hombre recapacite a donde ha caído.
Israel callo una y otra ven en la idolatría, y de lo que se adquiere desde la juventud, sale a reducir en la madurez. Sus padres habían recibido la misma orden que ellos, y todos dejaron sus vidas en el desierto.
El pueblo debe de decidir lo que quieren aceptar, bien sea para bien o para el mal.
La mente humana esta llena de facultades para discernir lo que es correcto y lo incorrecto.
El pueblo tenia miedo de los cananeos, y de las tribus y pueblos donde habían de habitar como nación. Dios les dice: “Jehová tu Dios es el que va contigo”.
Esta promesa debería de haber sido suficiente para el pueblo, pues no lo fue, sus viejos temores de los antepasados reinaba en su mente.
No es el designio de Dios que los hombres decidan por impulso sino por el peso de la evidencia, comparando cuidadosamente un pasaje de las escrituras con otros.
Así encontramos la verdad con todos sus valores. Me preguntarais: “¡Ellos no tenían Biblia”! Todos los días le leía la Tora y los requerimientos de Dios durante los 40 años. Luego no hay escusa.
Pueblo revedle es este, de dijo a Moisés él Señor a Moisés, de dura cerviz “. El pueblo de Israel lleva en el desierto de las naciones 176 años y todavía no hemos entrado en la tierra prometida. ¿Por qué?
Creo que el pueblo de Dios, cree que no necesitan tener valor para mantenerse separados del mundo porque Dios los protege. Estamos muy equivocados, “el justo por su fe vivirá”, por su experiencia con el señor.
Cada hijo de Dios deberá tomar decisiones que afectaran para la eternidad. Moisés había vivido una larga vida, llena de acontecimientos.
Había servido a Dios y a su pueblo sin egoísmo. Sobre la tierra, nunca podría ser más grande que en ese momento. Pero Dios le tenia reservado la Canaán celestial.
El pueblo necesita valor para hacer lo recto delante de Dios, un valor que se adquiere con la comunión constante con su hacedor. Sí, se necesita valor para hacer lo bueno frente a lo malo.
Pero la verdad es la espina dorsal del valor, y si la seguimos nunca careceremos de valor.
La incredulidad y la falta de fe, Israel vago por el desierto de Arabia. Una de las cosas que Moisés exhorto al pueblo para que la pudiesen en practica fue la fe en su Dios.
No es el plan de Dios obligar al hombre a que abandono se incredulidad, Dios no obliga, sino quiere que el hombre recapacite a donde ha caído.
Israel callo una y otra ven en la idolatría, y de lo que se adquiere desde la juventud, sale a reducir en la madurez. Sus padres habían recibido la misma orden que ellos, y todos dejaron sus vidas en el desierto.
El pueblo debe de decidir lo que quieren aceptar, bien sea para bien o para el mal.
La mente humana esta llena de facultades para discernir lo que es correcto y lo incorrecto.
El pueblo tenia miedo de los cananeos, y de las tribus y pueblos donde habían de habitar como nación. Dios les dice: “Jehová tu Dios es el que va contigo”.
Esta promesa debería de haber sido suficiente para el pueblo, pues no lo fue, sus viejos temores de los antepasados reinaba en su mente.
No es el designio de Dios que los hombres decidan por impulso sino por el peso de la evidencia, comparando cuidadosamente un pasaje de las escrituras con otros.
Así encontramos la verdad con todos sus valores. Me preguntarais: “¡Ellos no tenían Biblia”! Todos los días le leía la Tora y los requerimientos de Dios durante los 40 años. Luego no hay escusa.
Pueblo revedle es este, de dijo a Moisés él Señor a Moisés, de dura cerviz “. El pueblo de Israel lleva en el desierto de las naciones 176 años y todavía no hemos entrado en la tierra prometida. ¿Por qué?
Creo que el pueblo de Dios, cree que no necesitan tener valor para mantenerse separados del mundo porque Dios los protege. Estamos muy equivocados, “el justo por su fe vivirá”, por su experiencia con el señor.
Cada hijo de Dios deberá tomar decisiones que afectaran para la eternidad. Moisés había vivido una larga vida, llena de acontecimientos.
Había servido a Dios y a su pueblo sin egoísmo. Sobre la tierra, nunca podría ser más grande que en ese momento. Pero Dios le tenia reservado la Canaán celestial.
El pueblo necesita valor para hacer lo recto delante de Dios, un valor que se adquiere con la comunión constante con su hacedor. Sí, se necesita valor para hacer lo bueno frente a lo malo.
Pero la verdad es la espina dorsal del valor, y si la seguimos nunca careceremos de valor.
MARANATA.
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