Mirad, yo he puesto la tierra delante de vosotros; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su simiente después de ellos. Deut. 1:8.
Lo que más me llama la atención son dos cosas: 1º “entrar y poseed” 2º La incredulidad de una gran mayoría”. La perspectiva de Dios es mucho más abarcante que la del ser humano.
El Señor Dios del cielo y la tierra es nuestro guía. Y nos anima a todos sus hijos de su pueblo, ha seguir a delante a pesar del consto que con ello conlleva.
Es el líder de las huestes angélicas, y Señor del universo. Nos anima a que seamos dinámicos. La conquista de Canaán tenía que tener un sacrificio y un costo elevado.
El pueblo no debía cometer errores, con ninguna tribu de los que vivían en Canaán.
Pero por desgracia muchos del pueblo, no querían tomar en cuenta tales advertencias.
Pero por desgracia muchos del pueblo, no querían tomar en cuenta tales advertencias.
Siempre dentro del marco histórico del pueblo de Dios, la gente mista juega un gran papel para desanimar al pueblo de Dios.
Son los causantes de las desgracias del pueblo, arrastra a la gran mayoría a la perdición.
Son los causantes de las desgracias del pueblo, arrastra a la gran mayoría a la perdición.
El pueblo tenia que valorar el gran sacrificio hecho. Si Israel hubiese obedecido las directrices que les fueron dadas por Moisés, ninguno de los que salieron de Egipto hubieran caído en el desierto.
Está debería de ser una lección para el pueblo de Dios en el siglo XXI. La gente no quiere el costo de las cosas. El pueblo de antaño estaba bajo un guía seguro.
Cristo se habría comprometido a guiarlos a salvo a la tierra prometida. Pero la mundanalidad, y la falta de fe, en su dirigente, el pueblo cayo en el desierto de Parán (Cades). Núm. 14. y Núm.10:12.
Fue la fe de Caleb lo que le dio valor, lo que preservó del temor del hombre y lo capacitó para mantenerse firme. En el tiempo final de la historia del hombre, la iglesia tendrá que sobrepasar el coste de entrar en la Canaán celestial.
Calebs calculo el costo de la entrada a la tierra prometida. El resultado fue que sólo el de su generación entro. Hoy cada uno de nosotros debemos de calcular el costo del viaje a Canaán.
El hecho es que todas las grandes cosas de esta vida son pasajera y cuesta algo. La solución es poseer una fe robusta, sin contaminación de la idolatría de este mundo.
No hay que buscar atajos, ni vadear caminos impetuosos. La vida tiene que estar centralizada en Cristo, no es tanto vivir con preferencias.
Consiste más en hacer lo que Dios nos ha pedido que lo que parece más fácil y agradable. “El hacer tu voluntad Dios mio, me ha agradado” (Sal. 40:8-10).
Esto significa que Dios busca a hombres y mujeres esforzados a que vallan a Canaán, trayendo a su lado hombres y mujeres rescatados del desierto de las naciones. Todos con fe firme, miremos hacia delante a la tierra prometida.
MARANATA.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocalíptica
http://viajes a través del tiempo y del espacio
NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7 (a través de https:// se puede ver estos blog)
No hay comentarios:
Publicar un comentario