Otra vez me llevó el diablo a un
monte muy alto, y me mostró todos los reinos del mundo y la gloria
de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.
Mateo 4:8-9.
Una importante lección surge del
encuentro entre Jesús y el diablo; la lección está en la respuesta
de Jesús a la intención de Satanás: “Al Señor tu Dios adorarás,
y a él sólo servirás (ver. 10).
Cuando Dios dio su ley desde en el
Sinaí, sus mandamiento inicial fue: “No tendrás dioses ajenos
delante de mí”. Se revelo a Israel como un Dios “celoso” que
no permite que se adore a otros dioses o divinidades humanas sino
sólo a Él.
Jesús reveló su compresión y aceptación de este
principio cuando rehusó doblegar las rodillas ante Satanás a cambio
de todos los reinos del mundo.
Cierto es, que muchos cristianos han
dado su vida por este principio. Me viene a la mente los grandes
mártires que murieron por ser fiel a Dios.
Y muchos han dado su vida
por este principio. Muchos de ustedes recordaran a los primeros
cristianos muertos por los leones, a espada y muchos crucificados por
qué los emperadores romanos no se saciaban con las sangre de los
hijos de Dios.
Erencia que adquirieron la Inquisición a lo largo de
1260 años.Se demandaba que los súbditos rindiese culto al
emperador. Todo lo que se le pedía era dar culto a una imagen. Esta
era la cuestión: “ser no ser”
La lealtad a Dios esta por encima
de todo. Los cristianos no podía hacer eso aunque peligrara sus
vidas. La frase “Escrito esta” es la que el cristiano de hoy día
debe de tener presente.
Hay muchas formas de ceder a la tentación en
el monte alto. En el mundo moderno, la pregunta no es: ¿Adoramos a
Dios o al emperador? ¿Adoramos a Dios o a un ídolo? La moda es un
ídolo, la musica es un ídolo, y todo aquello que no honre a Dios se
convierte en un ídolo.
El Espíritu Santo nos avisa de que el reloj
está apunto de sonar las doce. La pregunta es: ¿Nos comportamos
como si no existiese Dios?
El hombre y mujeres de este siglo están
sobre su elevada montaña, contemplan todos los reinos de este mundo,
y están admirados por su tecnología. Y el hombre se dice: ¿Para
qué necesitamos a Dios?
No necesito orar pidiendo salud; tengo las
medicinas. No necesito orar pidiendo lluvias; tengo los ríos. No necesito orar: “Venga tu reino”, ya tengo un reino”.
“Yo”
sí necesito orar, porque tengo un Padre al que quiero ver. Jesús
dijo: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él servirás”.
Esta es
la base del verdadero creyente, servir al Dios de la creación y del
universo. Que Dios os de sabiduría para discernir la mentira del la
verdad.
MARANATA.
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