BIENVENIDOS AL FUEGO

Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el olocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios! 1 Rey. 18:38-39.

Durante el mes de enero,del hemisferio norte el invierno atrae la gente al fuego. Un fuego de luces y de alegría y muy luminoso; caliente y anima; hacen que las comidas sea apetitosa; y elimina la posibilidad de la hipotermia. 

El fuego tiene poder para esterilizar y destruir. Elías, lleno del Espíritu Santo, pidió que cayese fuego de Dios sobre el altar en el monte Carmelo. El fuego es uno de los grandes símbolo del Espíritu Santo. 

Jesús, mirando hacia el Pentecostés, dijo: “Fuego viene a echar en la tierra: ¿y qué quiero, si ya se ha encendido?” (Luc. 12:49). Cuando finalmente llegó el Pentecostés, hubo lenguas de fuego que ardieron tan intensamente que miles fueron conducidos a postrase al pie de la cruz y exclamar: 

“¡El Señor es Dios!” Cuando sansón fue lleno del Espíritu, las sogas que lo ataban fueron como lino que se quema en el fuego. 

En la lluvia tardía, el Espíritu descenderá con tal poder que la tierra sera iluminada. 

En el monte Carmelo y en el día de Pentecostés, y en Sansón el fuego del Espíritu Santo libró a miles de la esclavitud de las religiones falsas y de las tradiciones de los hombres. 

Las cuerdas del pecado fueron rotas, y las fuerzas Satánicas quedaron derrotadas. 

Muchos conocen la historia de Billy Bray, borracho, mal hablado, minero etc. Nació en Inglaterra, conoció a Cristo, dejo todo por Él. 

Saltaba en las calles alabando al Dios que había conocido. Su vida es un ejemplo para muchos hijos de Dios. El estará en el día de la resurrección. 

El decía: “Nací en el fuego y no puedo vivir en el humo” Satanás prefiere vernos dudando que oírnos gritar”. 

El fuego del Espíritu ardió tan brillantemente en Billy que él se asemejaba a una vela encendida. 

No quería ser como una lámpara de seguridad de un minero, ni como una lampara de iglesia, que se enciendo dos veces a la semana. Día y noche, con santo gozo, proclamaba: “¡El Señor es Dios!” El fuego atrae la atención. 

El pueblo de Dios debemos ser fuego, fuego que de gloria a Dios, por nuestros hechos y nuestra palabras. 

“¿Qué es el fuego?” “Es un cambio de estado”. De modo que cuando los cristianos arden con el fuego que cambia su vida, , otros mirarán y aprenderán del amor de Dios que tú reflejas. 

Señor, que el fuego de tu Espíritu queme el polvo y las piedras de mi vida y que me capacite para ser un testigo fiel y una llama ardiente para iluminar a otros.

Maranata:

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