Volviéndose
luego, se paseó por la casa a una y otra parte, y después subió, y
se tendió sobre él nuevamente, y el niño estornudó siete veces, y
abrió sus ojos. Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta
sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu
hijo. 2 Reyes 4:35-36.
Es sorprendente
cuán a menudo el Espíritu Santo revela su poder en milagros en las
personas. El milagro del hijo de la sunamita había sido un evento
milagroso, pero unos pocos años más tarde el niño languidecido
bajo el fuerte calor paso al descanso.
Ahora el Espíritu Santo reveló su poder para resucitar y liberarlo del brazo de la muerte. Dios tuvo un hombre llamado Eliseo a los comienzos del movimiento adventista, y el poder milagroso del Espíritu Santo se reveló cuando dos jóvenes más prominentes del movimiento languidecieron bajo el calor del ministerio.
Tras encontrase con John Loughborough poco después de su llegada a la ciudad de Waukon, Elena W. Asistio a una reunión vespertina que había sido especialmente convocada para esta ocasión. En esa reunión el poder del Espíritu Santo descendió sobre todo el grupo, y Elena W. Recibió una visión del Señor.
Contenía un mensaje de curación: “Volved a mí, y yo me volveré a vosotros, y sanaré vuestra apostasía”. ¿Cuantos han apostatado de la iglesia por tontadas o ideas preconcebidas? El resultado fue maravilloso como el estornudo de un niño muerto.
Se hicieron confesiones, y “los portales del cielo parecieron abrirse repentinamente “, Informo ella. Y dijo: “Quedé postrada por el poder de Dios”. La reunión continuó hasta la medianoche, y se reanudo a las 10 Am. Y continuó hasta la 5Pm. De la tarde.Los hermanos y hermanas de Waukon “trabajaron con el celo y el poder de Dios que descansaba sobre ellos”.
(Notas viogaficas de E. G. W. pp.176-177). No todos podemos ser pastores, ni siquiera grandes misioneros. Pero con el poder del Espíritu Santo podemos ser en nuestro circulo de amigos o familiares instrumentos de Dios. Todos tenemos un ministerio que hacer, para acelerar la venida de nuestro Señor.
Hay infinitos campos en nuestra ciudad, pueblo, trabajo, donde podemos llevar las buenas nuevas de la salvación. Con los dones y el poder del Espíritu Santo veremos grandes milagros en nuestro humilde ministerio.
El ama de casa puede llegar a ser una gran misionera, ya que Dios a depositado en ella grandes dones, y uno es el amor hacia los demás. Todos enfrentamos grandes batalla, pero el Espíritu Santo nos fortalecerá en la gran batalla.
[Os pido que oréis por mi.
Tegon una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga].
Ahora el Espíritu Santo reveló su poder para resucitar y liberarlo del brazo de la muerte. Dios tuvo un hombre llamado Eliseo a los comienzos del movimiento adventista, y el poder milagroso del Espíritu Santo se reveló cuando dos jóvenes más prominentes del movimiento languidecieron bajo el calor del ministerio.
Tras encontrase con John Loughborough poco después de su llegada a la ciudad de Waukon, Elena W. Asistio a una reunión vespertina que había sido especialmente convocada para esta ocasión. En esa reunión el poder del Espíritu Santo descendió sobre todo el grupo, y Elena W. Recibió una visión del Señor.
Contenía un mensaje de curación: “Volved a mí, y yo me volveré a vosotros, y sanaré vuestra apostasía”. ¿Cuantos han apostatado de la iglesia por tontadas o ideas preconcebidas? El resultado fue maravilloso como el estornudo de un niño muerto.
Se hicieron confesiones, y “los portales del cielo parecieron abrirse repentinamente “, Informo ella. Y dijo: “Quedé postrada por el poder de Dios”. La reunión continuó hasta la medianoche, y se reanudo a las 10 Am. Y continuó hasta la 5Pm. De la tarde.Los hermanos y hermanas de Waukon “trabajaron con el celo y el poder de Dios que descansaba sobre ellos”.
(Notas viogaficas de E. G. W. pp.176-177). No todos podemos ser pastores, ni siquiera grandes misioneros. Pero con el poder del Espíritu Santo podemos ser en nuestro circulo de amigos o familiares instrumentos de Dios. Todos tenemos un ministerio que hacer, para acelerar la venida de nuestro Señor.
Hay infinitos campos en nuestra ciudad, pueblo, trabajo, donde podemos llevar las buenas nuevas de la salvación. Con los dones y el poder del Espíritu Santo veremos grandes milagros en nuestro humilde ministerio.
El ama de casa puede llegar a ser una gran misionera, ya que Dios a depositado en ella grandes dones, y uno es el amor hacia los demás. Todos enfrentamos grandes batalla, pero el Espíritu Santo nos fortalecerá en la gran batalla.
[Os pido que oréis por mi.
Tegon una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga].
Maranata:
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puedan amarlo y otros odiarlo, usted y yo podemos
confiar
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