NUESTRA FUENTE DE FUERZA.

¿Cuál es mi fuerza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para que tenga aún paciencia? Job. 6:11
Job sufrió grandes aflicciones. Le robaron la hacienda, le mataron los hijos. Su esposa le dijo que maldijera a Dios y que muriera. Fue herido de dolorosas llagas. 

En esa época no había hospitales para el. Buscó refugio en las cenizas. Tuvo que hacer frente a sus desdichas sólo. Aquí vemos una perspectiva ente el bien y el mal. Así de real era para Job su dolor; y este era el dolor únicamente de Job y de ningún otro. Vinieron unos amigos. (yo diría conocidos) Durante siete días se quedaron sentados como aves de rapiña, sin decir nada. (esos son amigos)
Después de todo, ¿qué le dices a alguien que esta pasando una situación tal como la de Job? Estos amigos no tenían nada que decir, solo le criticaron. Sus palabras eran triviales y ofensivas y no vienen a cuento. 
 
De eso si sabemos bastante los cristianos. Job debe haber sentido que el mundo se le venia abajo. Aparentemente no había nada más por lo cual vivir. No es extraño que haya dicho las palabras de nuestro texto. Job realmente sabía la respuesta a sus preguntas. 

Siguió rebatiendo las acusaciones de sus “amigos”. Finalmente demostró su fe con palabras: “Aunque el me matare, en él esperaré” (Job 13:15). Dios recompenso su fe, y dobló la bendiciones de Job. La experiencia de Job es una lección práctica para nosotros. 

Un hermano de la fe, esta pasando por un trama como el de Job, su cáncer lo esta consumiendo. Su fe es probada y la de su familia, pero yo se, que el Señor le dará la fortaleza para resistir la prueba. En estos tiempos difíciles todos tenemos que hacer frente a problemas. 

Algunos tendrán grandes enfermedades, otros que darán parcialmente incapacitados de por vida, pero no necesitan desesperar. Dios no nos dará más de lo que podamos resistir, nos dará la fortaleza para soportar la prueba. Nuestro mundo es complicado. 
 
Es fácil mirar una situación y, luego, decir cosas al respecto o citar textos bíblicos que parezcan apicales. Job tenía la esperanza puesta en el Dios de Abraham. Pablo lo deja muy claro: 1º Cor. 15: 20. 
Job nos da una lección de fe sincera para el cristiano de hoy día. (Job 13: 15,16) Sin fer es imposible agradar a Dios. Dios fortalecerá nuestra esperanza. Pablo dice: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”.

Maranata

Luis José de Madariaga.

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