A lo largo de mi vida cristiana, me he encontrado a hombre y mujeres que le da vergüenza hablar de Cristo a la gente oh incluso dar un estudio bíblico.
No es, por que no quieran confesar a Jesús, ¡No! Es su timidez.
Pero también e presenciado que cuando se le da la oportunidad de dar el evangelio, en privado, con un amigo o una amiga, el Espíritu de Dios esta sobre esa persona y empieza hablar con tanta soltura que yo muchas veces me e asombrado.
Necesitamos ofrecer alabanza y acción de gracias a Dios, no solamente en la congregación, sino en la vida del hogar. Las voces de su heredad deberían hablar de las obras del Señor. Debemos hablar de su bondad, de su amor, de su poder, y de la transformación que ha echo en mi vida.
Nos sentimos deprimidos, grandemente deprimidos, cuando vemos en que dirección va el mundo, lleno de maldad y violencia por doquier. El mundo que se llama cristiano esta envuelto en las más densas tinieblas que cubre la tierra.
No hace mucho vi por la T.V. Que el gobierno Norcoreano que
dejaba pasar a familias del corea del Sur, vi el dolor y me dije: ¿Hasta cuando Señor? Lloramos y nos lamentamos por las avominaciones que se hacen en la tierra. Yo, me pregunto: Por qué el hombre no estalla en una decidida determinación contra la injusticia y la pasividad de los poderes públicos? Sólo hay una explicación.
Por qué los cuatro ángeles están reteniendo los cuatro vientos para que no soplen sobre la tierra. Esta frase para algunos que no hayan estudiado las profecías les parecerá incoherentes. Los vientos son las pasiones humanas.
Pero las pasiones humanas están llegando al clímax de su existencia, y el Espíritu del Señor se esta retirando de la tierra como esta profetizado.
Cuando llegue este momento, las pasiones de los hombres se desataran en grandes violencias y desastres naturales. Si no fuera porque Dios ha ordenado a los agentes angélicos controlar a los agentes satánicos que están tratando de destruir la tierra con desastres, no habría esperanza para el hombre.
Pero los vientos han de ser contenidos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes. Entre las tinieblas morales debe brillar la luz en rayos claros y distintos.
Pero cada alma tiene que volver su
rostro hacia la luz para que tú y yo, podamos reflejarla.
Necesitamos alabar a Dios mas de lo que hacemos. Debemos demostrar que tenemos motivos de gozo y alegría.
“Vosotros sois linaje escogidos, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. (1º Pedro 2:9).
Pero más negras que sean las nubes que envuelven al mundo en este tiempo, más allá está la luz. (M. 1898).
Luis
José de Madariaga.
Maranata
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica.
La
Biblia a través del tiempo.
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